La visita del FC Barcelona siempre te expone a muchas cosas. Quique Setién se vio obligado a reciclar sus ideas ante el atrevido planteamiento que siempre plantea Ernesto Valverde, trastocando el esquema de un Betis que renunció algo más al dominio del esférico esperando replegados al contragolpe.
El técnico cántabro impuso un 5-2-1-2 con un sistema inédito hasta la fecha, donde Javi García se enroló en el centro de la zaga junto a Mandi y Feddal. Una opción que brindó la posibilidad a los laterales de hacerse con el dominio de los carriles en una medida que otorgaba un cara o cruz ante el siempre cumplidor papel de Jordi Alba o Semedo.
Con Fabián y Guardado por dentro, además de la presencia de Joaquín un paso por delante, Setién renunció a los extremos insertando a Cristian Tello en la punta de ataque con Sergio León, forjando una dupla que buscaba exprimir las carencias del Barça y encontrar algunas opciones óptimas con la rapidez de los béticos a las espaldas de Piqué y Vermaelen.
Mal, muy mal la noticia. Desde que Barragán está lesionado el Betis está jugando con 3 defensas y los dos laterales adelantados. No es nada nuevo, vean los partidos anteriores por favor.