Jorge Molina parece un chaval, como si no pasaran los años por él. El delantero, ahora en el Getafe, está disfrutando del fútbol en la máxima categoría, pero no se olvida de su etapa en el Betis... ni de su amigo Rubén Castro. Aunque como azulón tenga ahora un acompañante muy parecido al canario.
Así explica el alicantino en una entrevista en El Mundo su relación con Rubén y la comparación con Ángel: "Son diferentes. Con Rubén estuve seis años en el Betis, éramos compañeros de habitación... Aquí Ángel hace muchos desmarques, también me entiendo bien".
Molina siente nostalgia de su etapa en Heliópolis: "Claro, he vivido dos ascensos y he podido jugar en Europa. Un partido en el Villamarín es un espectáculo".
Y cuenta una anécdota de un regalo que recibió el día de su despedida en el Betis: "Me hicieron una especie de figura con el 19 y el escudo, muy bonita. Me la dejé en el coche y, con el calor, cuando volví estaba destrozada".