El pueblo sarahui es uno de los territorios más golpeados por la pobreza en el mundo. La mayoría de habitantes de esta población habitan en la parte del desierto ocupada por Marruecos hace casi medio siglo, mientras que otros viven en territorios liberados o exiliados en campos de refugiados. Todos ellos con un denominador común, la pobreza. Tormentas de arena, escasez de agua y de comida, no son más que tres condicionantes que ahondan en el día a día de estos africanos, que viven de las ayudas humanitarias. Pese a ello y aunque cueste creerlo, hay felicidad tras la pobreza.
Y donde hay felicidad hay fútbol, ese deporte donde las penas quedan olvidadas en noventa minutos. Los compañeros de El Día Después de marcharon a tierras saharauis para vivir un derbi sevillano en el campamento de Dajla. Y sí, una cita entre el Real Betis y el Sevilla. El Ayuntamiento de Olivares apremió a los habitantes del campo de refugiados con camisetas de ambos conjuntos, permitiéndoles disputar el primer derbi andaluz en el pueblo saharaui. Un encuentro que tuvo ingredientes atractivos, con tensión y expulsiones incluidas, que terminó suspendiéndose por una tormenta de arena. Un imprevisto que no borró la sonrisa de aquellos que lo vivieron, demostrando que el fútbol siempre supone un elemento ideal para generar felicidad.
El pueblo saharaui respira fútbol. #ElDíaDespués pic.twitter.com/JRx0XID893
— El Día Después #0 (@ElDiaDespues) 5 de marzo de 2018