El dilema de Setién con la defensa

El Real Betis afronta este sábado una de las citas más trascendentes en la historia reciente de la entidad, merced a esa posibilidad de consolidarse en la ansiada lucha por los puestos europeos. En frente, un conjunto erigido como uno de los más exigentes de la categoría, merced a ese esfuerzo físico al que siempre te expone el Éibar. El precedente más reciente supuso la dura goleada en la ida a favor de el conjunto armero, que resume la efectividad goleadora de los de Mendilibar.

Sin embargo, el técnico de Vizcaya viaja a Heliópolis con una plantilla mermada por sus bajas y con un único delantero disponible, por lo que Quique Setién vuelve a tener el dilema de emplear una defensa de cinco o volver al 4-4-2. Kike García es la única baza ofensiva del Éibar frente al Betis, motivo más que suficiente para vaticinar la vuelta a una defensa de cuatro. Las necesidades de la cita y el hecho de jugar como local invitan a ser más agresivos, con la posibilidad de jugar con dos delanteros. Además, un nuevo error de Jordi Amat frente al Getafe pudo costarle demasiado caro al equipo, por lo que podría ser el señalado en cuestión.
No obstante, el técnico cántabro es partidario de repetir la defensa de cinco que tantos éxitos le está dando en el presente curso. Barragán, Mandi, Bartra y Junior han conformado una de las retaguardias más solventes de la categoría en las últimas fechas, a la que se ha unido la notable mejoría de Amat. En los dos últimos encuentros, el equipo ha logrado dejar la portería a cero y eso no ha mermado las opciones ofensivas, pues ha anotado un total de cuatro goles. 
Arriesgar o asegurar. Volver a la defensa de cuatro y ser más agresivos o repetir la fórmula del éxito con cinco atrás. Ese es el dilema que tiene que resolver Quique Setién en apenas 24 horas, donde el Betis se juega buena parte de sus opciones de estar en Europa el próximo curso.