Otra más. Y van cuatro seguidas. Un póquer, que también se llama. Otra victoria del Betis para confirmar su candidatura europea. Incluso su pelea por la quinta plaza. Y el que pueda, que le empate. Así está el Betis, al que le sale todo. Pero todo es todo. Una comunión perfecta entre el equipo y la grada que tiene pinta de dar un alegrón a final de temporada. O incluso antes, porque a este ritmo...
Este ritmo dejará al Betis en Europa más pronto que tarde. A lo mejor no es sostenible, pero lo va a intentar. Porque como sale todo... Y el calendario gusta, con una finalísima dentro de unos días en Girona. Y luego Las Palmas, y luego... Los que vengan. Este Betis, así, es imparable.
La primera parte del Betis fue de arreones, pero a este Betis le vale así. Sobre todo porque hay minutos de cine en los que se gusta y hace feliz a su gente. Ahí es donde da los golpes. Claro que con Boudebouz todo es más fácil, que con el hambre de Sergio León también se llega antes a la victoria, que con Bartra la defensa es una defensa de verdad. Pero ahí aparece el mérito de su entrenador, que tiene a casi todos sus efectivos metidos en la pelea. Por eso el Betis ahora mismo jugaría en Europa la próxima temporada.
A Setién le molesta de verdad, le duele mucho, ver cómo sus jugadores pierden la pelota. Su máxima es fácil: si pierdes la pelota, tienes muchas opciones de jugar. Por eso Dani Giménez quiso sacar la pelota desde atrás en los primeros segundos, a pesar de sus nervios. Por eso Setién se lleva las manos a la cabeza cuando el pase acaba en un rival o se va fuera. Así es Setién. Y así está el Betis. Cómo será, que hasta en los juegos del descanso marcan goles los aficionados.
Pero no fue una primera parte repleta, porque el Betis dejó que el Éibar dominase. Eso sí, sin peligro. Y hasta así se sentía a gusto el Betis. En cada robo, era un contragolpe peligroso. Y así hasta llegar al gol. Un control perfecto de Barragán, con un pase en profundidad perfecto que dejó a Sergio León delante de Dmitrovic. Ese golpecito con el exterior no está al alcance de muchos...
El 1-0 provocó una tormenta de fútbol exquisito del Betis durante 10 minutos, en los que sólo faltó el segundo gol. Pero llegó, porque tenía que llegar. Porque a este Betis le sale todo y hasta sin querer. Otro carrerón de Barragán hasta la línea de fondo y su pase encontró un rematador, del Éibar, y fue para las redes. ¿Cuántas asistencias ha dado ya Barragán? Todos suman en este Betis.
Setién, incluso, tuvo el detalle que la grada esperaba. Porque el cambio de Rubén Castro significa mucho y se notó. Si llega a marcar en su primera acción se cae el estadio. Faltó muy poco. Hasta sus compañeros se llevaron las manos a la cabeza porque todos están esperando que Rubén logre el récord de goles.
Mientras tanto, el importante es el Betis. Marque quien marque, juegue quien juegue, sea quien sea el portero. Europa no entiende de nombres, sólo de puntos. Y ahí el Betis lleva la dirección correcta.
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