Para quitarse el sombrero
Que le quiten lo bailao, o como se quiera decir. Quítense el sombrero con este Betis de Quique Setién, con la magia de Joaquín, con el hambre de Loren. Con la seguridad de la defensa. Y aplaudan, aunque ganase con sufrimiento. Porque cinco victorias seguidas en la Primera División no está al alcance de muchos. El Betis lo ha logrado. Y Europa ya se roza los dedos.
Porque el Betis salió muy vivo de Montilivi, donde jugó muy bien al fútbol y al no fútbol. Donde atacó como nunca y defendió como nunca. Un equipo de verdad, en un estadio donde muy pocos han ganado hasta ahora. Pues llegó el Betis y también ganó. El mejor inicio posible de la Feria. Otro paso para jugar la Liga Europa la próxima temporada.
El Betis jugó una primera parte en Montilivi de equipo bueno, serio, con algún despiste, pero siendo superior. Ese equipo que sabe que tiene un gran objetivo en su mano y no quiere fallar. No puede fallar. Con Javi García como libre, el Betis jugó como quiso y cuando quiso, con ese fútbol exquisito al alcance de muy pocos.
El Girona apretó y asustó cuando el Betis se metió en líos. Dani Giménez apareció ante Portu tras un error de Mandi y luego sacó una mano magnífica tras un falta de Granell. Pero fue un visto y no visto, porque el Betis era mejor. Junior se puso de gol dos veces, Fabián también avisó tras un pase de Loren pero lo mejor aún faltaba por llegar.
Y ahí apareció Joaquín, con 36 años, para deleitar a todos. Mucho más a los béticos. Cogió el balón, se fue de uno, condujo, esprintó, se fue de otro y dio una asistencia bestial a Loren. El marbellí sólo pudo hacer mejor la jugada de Joaquín con una picadita de auténtico killer. Espectacular Joaquín. Genial Loren.
Sufrimiento
Pero fue volver de vestuarios y el partido fue otro. Machín cambió sus piezas y el Betis sufrió. Y agradeció al asistente principal que estuviera bien de la vista. ¡Vaya dos acciones anuló tras goles de Stuani! Con el reglamento en la mano, fuera de juego en ambas ocasiones.
Setién metió a Tello para dar profundidad y velocidad, después a Sanabria y recurrió a Campbell por Joaquín, menos vistoso en la segunda parte y al que se le notó falto de ritmo. El Girona lo tenía fácil: dos puntas y pelotazos desde donde fuera por si Stuani aparecía con la cabeza, por si el asistente no levantaba la bandera.
El Betis aguantó mejor el arreón final del Girona, ya más cansado, para saborear otro triunfo, el quinto seguido, que le deja con un pie en Europa. Ahora le falta meter el otro. Aún queda, pero de momento más de un bético podrá bailar sevillanas más feliz que nunca.
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