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Los gestos más emotivos de una noche histórica

G.Galán / Á.Borrego

El histórico triunfo del Real Betis frente al Málaga dejó infinidad de gestos e imágenes para el recuerdo, merced a lo que supone volver a Europa cinco años más tarde. Esa felicidad tuvo nombres propios: desde el gesto de Sergio León con Rubén Castro hasta los abrazos de Adán y Joaquín con Setién, además de las lágrimas del propio técnico.

Pese a no disputar ningún minuto, uno de los protagonistas en el encuentro fue Rubén Castro. Todo apuntaba a que el canario volvería a jugar en el Villamarín ante un rival que se presuponía vulnerable, pero el exigente devenir del partido no pudo darle la oportunidad al canario en el que fue su penúltimo partido en casa.
A diez minutos del final, Tello, Sergio León y Rubén Castro eran los tres futbolistas verdiblancos que calentaban en la banda. No obstante, las necesidades del partido terminaron invitando a Quique Setién a introducir al extremo catalán y no al canario, que perdió así una de sus últimas oportunidades para intentar superar el récord histórico de goles de Poli Rincón, pues el ariete está a un solo tanto de igualar y dos de superarle.
Tras conocer que era Tello el elegido, Sergio León tuvo un emotivo gesto con el que ha sido su referente y ahora compañero. Consciente de lo que ello suponía para el canario, se marchó para el canario, le dio un beso y se fundieron en un abrazo. Si bien es cierto que no obtuvo la oportunidad de algunos minutos, si lo recibió con la afición en la celebración al término del partido, que coreó su nombre.
Bonito gesto tuvo también Joaquín con Quique Setién. Al término del partido y tras la vuelta al ruedo, la totalidad de la plantilla comenzaba a marcharse al túnel de vestuarios pero no antes sin que el portuense buscara también un reconocimiento merecido para el cántabro. El extremo agarró al técnico y lo llevó hasta el centro del campo, donde toda la afición coreó su nombre, señalado entre los jugadores como principal baluarte.
Un momento en el que también fue importante Antonio Adán, que se fundió en un emotivo abrazo con el entrenador tras los cánticos de los aficionados. Un gesto que demuestra la buena relación que tienen ambos y que no es más que la merecida recompensa al trabajo de todo el año.
Pero detrás de los focos también hay mucha gente que trabaja y que hace que el Betis haya sido uno de los mejores equipos del campeonato. El doctor del equipo, Tomás Calero, recibió un homenaje con placa conmemorativa de la Grada Gol Sur 1907, apremiándole por todos los años que ha dedicado al Real Betis hasta esta su última temporada.
 

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