Andrés Guardado se ha despedido este martes de sus compañeros y del cuerpo técnico del Betis en la Ciudad Deportiva Luis del Sol, antes de emprender rumbo a México. El centrocampista bético, con permiso del club, se marcha para intentar recuperarse de sus problemas en el peroné y estar a pleno rendimiento para el Mundial.
El futbolista, por lo tanto, no estará en el último partido liguero del Betis ante el Leganés. "Tengo la confianza plena en los doctores. Será una cirugía muy simple", indicó Guardado en una entrevista en TDN, donde siguió: "Me dicen que en 10-12 días estaré entrenando normal. Confío en que así sea y poder estar bien para el Mundial".
Guardado relató lo sucedido con su lesión: "Todo surgió de un partido contra Las Palmas hace casi un mes, donde tuve un golpe fuerte justo en el peroné. Por ahí pasa una ramita del nervio ciático, me lo dejó tocado y a partir de ahí he estado forzando para terminar la temporada de la mejor manera. Al final no se ha podido".
El mexicano incluso se refirió al último derbi, en el que tuvo que ser suplido en el descanso. "Este último partido pude jugar solo medio tiempo porque me molestó muchísimo", comentó.
Guardado, que busca jugar su cuarto Mundial, explicó su decisión: "He probado un poco de todo, todo tipo de terapia. Hablando conjuntamente entre los doctores del Betis y de la selección mexicana, dicen que lo mejor es hacerme una pequeña liberación de nervio y ya está".
El centrocampista se convirtió en su primera temporada en pieza fundamental en los esquemas de Quique Setién en las alineaciones. Guardado ha disputado con el Betis 29 partidos, 28 de LaLiga Santander y 1 de la Copa del Rey, en los que ha marcado 2 goles y ha repartido 8 asistencias.