Los nuevos, y futuros, baluartes de Heliópolis

El Betis Deportivo logró el pasado viernes vencer a su eterno rival, el Sevilla C, para asentarse en la zona noble de la clasificación. Una victoria que más allá de los tres puntos, refrendó que hay futuro asegurado con los canteranos en Heliópolis y que comienzan a brillar nuevos diamantes en bruto que podrían ser pulidos en el primer equipo.

Quique Setién ha refrendado en numerosas ocasiones que no se esconde a la hora de dar confianza a los canteranos, pues ya le ha dado protagonismo a hombres como Junior, Francis, Loren Morón, Redru, Pedro, Aitor Ruibal, Julio Gracia o Kaptoum, el último en debutar. 

Una lista a la que en no mucho tiempo podrían sumarse muchos otros, merced al notable estado de forma que vive la cantera verdiblanca pese a su descenso deportivo el pasado curso. En esa posibilidad juega un papel fundamental la conexión de Setién y José Juan Romero, que con un estilo de juego similar facilitan a los más jóvenes la asimilación de conceptos y una posible adaptación al primer equipo.

Exceptuando la derrota en Écija, el Betis Deportivo en sus últimos partidos le ha endosado siete goles a Los Barrios, ocho al Gerena y tres al Betis Deportivo. Unos resultados que no son más que la práctica de un estilo que mejora cada año y que refrenda la calidad que tienen los más jóvenes en Heliópolis. Y es que no son pocos los canteranos que podrían dar el salto en partidos venideros.

Relevo asegurado

En la portería está una de las mayores promesas del fútbol nacional. En busca de reencontrarse consigo mismo llegó el pasado verano, procedente del Atlético de Madrid, Carlos Marín, un prometedor arquero al que las lesiones le han impedido casi jugar en los últimos años. Ahora el Betis mantiene la portería a cero en la mitad de sus partidos y buena parte de culpa la tiene su guardameta, que en la cita ante el Sevilla incluso paró una pena máxima.

En la defensa brilla Édgar, un central de porte exquisito, un brillante trato de balón y una capacidad aérea envidiable, con dos goles en el presente curso. Jugó muchos minutos en pretemporada. La sala de máquinas es la zona donde más brilla el filial. Miguel Rodríguez pone el equilibro, maneja los tempos, recupera y pasa. Su constancia tuvo premio tras su convocatoria para la cita ante el Olympiacos.

Pero si hay algunos que brillan sobre el resto esos son Róber y Rodri. Con apenas 17 años, el primero es la auténtica estrella del equipo y la mayor promesa actual de Heliópolis. Pese a no ser delantero, acumula nueve dianas y es el máximo artillero de la competición. Clase y una calidad innata, visión de juego, gol y una precisión quirúgica. El segundo es el nuevo descubrimiento de la cantera. Desparpajo, velocidad, desborde, regate... pura chispa. Incluso debutó, y brilló, a las órdenes de Setién ante el Extremadura, con partidazo incluido.

También están brillando con luz propia otros como Nané, segundo máximo goleador de la categoría, Diego González, que brilló ante el Sevilla C, Abreu o Julio Alonso, que demuestran que hay relevo asegurado para el primer equipo.