El gran Carlos Gardel contó como solía contar aquello de Volver con la frente marchita, las nieves del tiempo platearon mi sien. Sentir que es un soplo la vida, que veinte años no es nada, que febril la mirada errante en las sombras te busca y te nombra. 20 años como los que llevaba el Betis sin ganar en el Camp Nou. Un tango ante el Barcelona, el Barcelona de Lionel Messi. Eso no está al alcance de cualquiera. Volver, volver a ganar. Y el Betis volvió a ganar. Vaya sí lo hizo.
Y más que volver a ganar, fue una clase magistral de fútbol. Quique Setién puede dormir hoy tranquilo, porque su equipo hizo un partidazo. Una muestra de lo que debe ser este Betis, el Betis de las granDes conquistas. Aguantando el tirón en los momentos difíciles, jugando un fútbol de oro puro. Y haciendo muchos goles. Cuatro. Cuatro al Barcelona en el Camp Nou. Cada golpe del Barcelona era un gran golpe del Betis. Equipazo.
Guarden la primera parte del Betis en el Camp Nou. Y la segunda, también. Pero guarden bien. Impresionante el fútbol del Betis, impresionante. Una defensa perfecta y un ataque eléctrico. Espectacular. Un fútbol de muchos quilates, de equipo grande, de élite, lo que debería ser el Betis siempre. Un estilo que esta vez tuvo su modificación para jugar a la contra, efectivo como pocas veces. Otra vez en un estadio emblemático.
No importó que Messi estuviera a punto de marcar a los 45 segundos. Ya se sabe que el argentino no es uno más, esté con el brazo así o esté en condiciones. Pero el Betis sabía que era el día. Y firmó una de las mejores primeras partes que se le recuerdan. Avisó Joaquín tras un pase de Lo Celso. Un poco de miedo le sobró al portuense.
Esa jugada indicó el camino al Betis e hizo ver lo bueno que es William Carvalho. Por si alguien tenía dudas. El portugués lanzó un pase perfecto para Junior, un puñal que va cogiendo otra vez esa percha de futbolista caro. Control, orientación, regate a Sergi Roberto y remate con la derecha pegado al palo. Para que Ter Stegen no llegara sí de bueno tuvo que ser el disparo.
El Barcelona, extrañado por lo que estaba sufriendo sobre el césped, apenas inquietó al Betis en la primera parte. También extraño. Sí tuvo Lenglet el empate en un remate tras una falta, pero apareció Pau López con una mano salvadora. Muchos pitos por ser del Espanyol, pero el portero del Betis se vino arriba. Muy arriba.
Setién, que ya sonreía en la banda, a la espera de que su equipo no se desfondara, elevó la manos al cielo con una jugada tremenda de Tello. Un zigzag que no acabó en gol por una parada bestial de Ter Stegen. Vaya porterazo tiene el Barcelona. Pero Setién seguía tranquilo, su Betis estaba dando una clase magistral en el Camp Nou. En otra contra lanzada por William Carvalho, el balón cayó en los pies de Joaquín y no perdonó. Otra vez Joaquín firmando un gol en el Camp Nou. Como en su primera juventud.
El 0-2 llevó el runrún a la grada que no fue a más de milagro. Cada robo del Betis era peligro, cada jugada del Betis era señal de que el Barcelona sufría. Lo Celso regaló un balón a Loren, pero el canterano remató muy lejos y desviado. Le faltó creérselo un poco más, porque Loren tiene el nivel para callar al Camp Nou.
Tras el descanso el Barcelona apretó pero el Betis siguió siendo el Betis. Un equipazo, con sufrimiento y efectivo. El Barcelona recortó con un penalti de Messi que había necesitado de VAR, como los otros dos goles locales. Pero el Betis respondió pronto. Lo Celso volvió a marcar aunque esta vez Ter Stegen tuvo mucha culpa. Puede ser el primer fallo grosero del alemán.
El 1-3 ya era de fiesta verdiblanca, pero el partido no se detuvo. Arturo Vidal marcó y de repente apareció Junior para servir en bandeja el gol a Canales. 2-4 y aún hubo más. Ya con Rakitic expulsado, el Betis se divirtió pero tuvo que sufrir. Gol del Barcelona en el 93. Dos minutos más. Y Mateu Lahoz pitó el final. El final de un tango verdiblanco en el Camp Nou. El final de un partidazo del Betis, un equipo que así sí será de élite.