Hablar del Dudelange es hacerlo sobre el fútbol de toda la vida. El de barrio, el añejo, el que atrae a los aficionados sin importar el lujo. El próximo rival del Real Betis guarda tras de sí historias casi inverosímiles, imposibles de ver a día de hoy.
Apenas alcanza los 30 años el Dudelange. Este se fundó en 1991, coincidiendo con la disolución definitiva de la URSS. Germina en Luxemburgo, un país dominado por el lujo de los automóviles y donde más del 50 % de la sociedad tiene ascendencia italiana. En una ciudad con apenas 20.000 habitantes pero en una de las economías más envidiables del mundo. De hecho el poder adquisitivo per cápita supera los 94.000 dólares al año, únicamente superados por detrás de Qatar y Macao.
No obstante su corta edad no impide hablar de un club con un modelo económico referente en Europa. Con un presupuesto de 2,5 millones (el Betis está valorado en 190), únicamente su entrada en competición continental le ha hecho ingresar 2,9 kilos.
Tal ha sido la incidencia europea, que ha sido el primer equipo de la historia de Luxemburgo en disputar una fase de grupos continental desde que el fútbol se modernizó. De hecho hasta tuvieron que contratar temporalmente ocho empleados para que gestionaran el día a día del club, algo que hasta la fecha hacían voluntarios.
Una gesta histórica que aún sigue sorprendiendo por Luxemburgo. "Todavía me despierto por las mañanas sin saber si esto es real o no", relata su presidente, Romain Schumacher. Pero para vislumbrar la modestia de la entidad basta con avistar su sede.
El presidente del Dudelange: "Todavía me despierto por las mañanas sin saber si esto es real"
El Dudelange carece hasta de tienda oficial. De hecho, la sede se encuentra en un lugar jamás imaginado en el fútbol moderno. Entre una brasería y un kebab... aparecen las oficinas del club. Ahí, entre esos dos comercios, aparece también la reducida vitrina con los 21 títulos cosechados hasta la fecha. Y lo mejor, en un escaparate de cara al público. ¿Se imaginan algún equipo español con sus trofeos en una cristalera de frente a la calle?
Pero el fútbol moderno poco a poco atrapa a todos los que le hacen frente. Obligado por su crecimiento, el club se ha visto obligado a emigrar del estadio donde disputa la liga local. Con unas 2.000 localidades y sectores de cinco filas como máximo, el Jos Nosbaum dio paso al Josy Barthel. Ahí es donde el combinado nacional disputa sus partidos habitualmente y donde se ha trasladado en la Europa League.
Un equipo semiprofesional hasta ahora. Únicamente dos jugadores eran profesionales hasta hace poco. De hecho algunos incluso pidieron excedencias para jugar las fases previas. Así se ve en el el oficio de Tom Schnell, capitán de la entidad, que es empleado municipal transportando ropa. Una plantilla que incluso tiene que pedir permiso en sus trabajos para poder viajar entre semana. Atípico, especial y diferente. Así es la historia del Dudelange.
muy bien un equipo honrado......y ahora pon los detalles de los que ha jugado el Sevilla en esta fase de grupo espabilado .......con el nuevo estadio Chang Cheng Ping Wuan.