El próximo domingo, el Real Betis recibirá una visita que siempre es un aliciente para la afición y la entidad. El FC Barcelona llegará al Benito Villamarín con la sed de sangre a un alto nivel. La derrota ante el conjunto verdiblanco en la ida liguera activó una venganza que quiere acometer el equipo de Ernesto Valverde. Sin embargo, los de Setién tienen claro que se puede conseguir un triunfo ante los culés como locales. Algo así ya lo consiguió el exentrenador bético Paco Chaparro. Y en una situación mucho más peliaguda que la actual.
Hace ya casi once años, pudo vivirse un momento apoteósico en Heliópolis. Comandados por un Edu Schmidt heroico, flotando para resistir, el Betis se alzó con la victoria tras una remontada épica. Así lo narra el propio Chaparro, quien confiesa que, "ese año, el Betis estaba en una decisión muy delicada para salvarnos. Ya habíamos tenido un lío con el Athletic; se iba a cerrar el campo y no se sabía dónde se iba a jugar el siguiente partido. Los puntos del Madrid y del Barcelona eran necesarios para salvarnos".
El entrenador sabía lo que tenía que hacer y, a pesar de la magnitud del compromiso, no se arrugó y jugó a la par que el Barcelona. "Planteamos el partido ante un equipazo. Les dejamos llegar un poco, aprovechando los espacios que permitían los laterales cuando ellos salían a atacar. Hicimos una presión al hombre, sin dejar actuar a los jugadores cuando recibían el balón. Fue prácticamente una cosa parecida a lo que hizo Quique Setién en el Camp Nou, pero más atrasada", compara.
Aunque las cosas no comenzaron bien para los de Chaparro. Ni él mismo supo por qué, pero los jugadores béticos no ejecutaron el plan de su entrenador en la primera mitad. "Cuando el partido empezó no hacíamos nada de eso. Los jugadores no eran capaces, no lo hacían. El Barcelona jugó la primera parte casi a placer. Nos hicieron dos goles y nos pudieron hacer alguno más. Y la cosa se complicó", declara. Sin embargo, con su garra y presencia técnica, logró cambiar el devenir del momento. "En la segunda parte, arreglamos un montón de cosas. Presionamos con una defensa adelantada ante jugadores como Eto'o, Xavi, Iniesta... Tuvimos que arriesgar muchísimo. No les dejamos salir", reveló.
Chaparro no se esconde y afirma que "los sorprendimos, porque pensaban que no lo íbamos a hacer. Conseguimos un gol rápidamente y el partido se animó. Y de ahí para adelante estuvimos llegando muchas veces". Recuerda cómo el partido se decantó, poco a poco, del lado local. "Conseguimos un gol de contraataque. Hasta Edu falló un penalti. Y el tercer gol lo conseguimos con la presión adelantada. Ocupó el hueco que dejó la subida de su lateral, tiró una diagonal y marcó el tercero con un tirazo que metió estupendamente", explayó. El Villamarín se había convertido en una fiesta: "La gente gritaba y lloraba. Miré atrás y estaban llorando porque fue una sorpresa mayúscula".
Ahora, el paso ha de darlo Quique Setién. Paco Chaparro considera que el cántabro consiguió un logro importantísimo en el Camp Nou. "No me importaría que repitiera el planteamiento y el resultado. No tenemos ni idea de lo que va a hacer. Pero el de la ida fue un partidazo". Aunque no evita hablar de fútbol y de lo complicado que es enfrentarse a un equipo como el Barcelona. "Para ganar a un equipo de este tipo se tiene que dar el día y, además, tienes que tomar riesgos. Sin riesgos no le ganas. Si te parapetas atrás, te van a hacer dos o tres y tienes que hacer lo que hicimos nosotros, casi un milagro", insistió.
Con todo, Chaparro tira de beticismo y de objetividad. En su opinión, la victoria bética es factible. "Veo posibilidades. Tiene posibilidades de ganarle a cualquier equipo en esta Liga. Otra cosa es que tenga el día, que el planteamiento sea bueno y que se sacrifiquen ciertas cosas", apuntó. Aun así, "no puedes renunciar a tu idea de juego, porque si no el equipo no va a jugar. Pero, dentro del planteamiento, puedes cambiar el marcaje o la presión". Por último, analizó la clave que tiene que realizar el equipo de Setién. "Hay que neutralizar a Messi y al resto. A Messi le anuló con un marcaje mixto que no le dejaba recibir con tranquilidad. Pero al resto también. El riesgo, o lo corres, o no ganas. Y tendrá que renunciar a algunos privilegios que considera fundamentales de su equipo", sentenció.