Lorenzo Serra Ferrer fue uno de los protagonistas durante el partido entre el Betis y el Valencia a pesar de que ni jugó ni estaba sentado en el banquillo. Muchos aficionados entonaron un cántico para el balear con el ánimo de que ejerciera como director deportivo y destituyera a Quique Setién. De momento, este lunes ha estado como es habitual en su nueva oficina de la Ciudad Deportiva para seguir planificando la próxima temporada.
Serra, que ha estado junto a sus ayudantes Alexis y Pep Alomar, ya manifestó hace unas semanas la plena confianza en el entrenador y que sería al final de la temporada cuando se analizarían todas las situaciones. Pero una derrota ante el Levante podría cambiar la opinión de los dirigentes, ya que el clima del siguiente partido en casa frente al Espanyol no sería el más adecuado.
Como suele ser habitual, tras el choque ante el Valencia hubo una reunión entre los consejeros más relevantes y el propio Serra, que analizaron lo sucedido sobre el terreno de juego. Las caras de todos durante el partido, como se pudo comprobar por la retransmisión de la televisión, dejan muchas dudas sobre la paciencia con Setién.
El balear sigue analizando todas las informaciones y no frena el trabajo de cara a la próxima temporada, aunque sin saber si esa planificación será para una plantilla que dispute tres competiciones como la actual o sólo dos.