El Betis volvió este lunes al trabajo con la probidad del buen covachuelista que, llueva o ventee, acude puntual a su puesto y a sus manguitos para despachar la rutina diaria de un día más de entrenar y recuperarse de la ya familiar derrota del domingo, como la recibida ayer en Ipurúa ante el Éibar (1-0).
'Los titulares, trabajo de recuperación en el gimnasio; los suplentes y no convocados, sobre el césped' es la letanía rutinaria y funcionarial de un equipo para sus lunes, día que, desde hace muchas jornadas, es de resaca para los de Quique Setién, que no ganan desde el pasado 7 de abril, cuando lo hicieron ante el Villarreal (2-1), y que ya trabajan en cansino trantrán hasta que acabe la Liga.
En decimotercera posición con 44 puntos, el conjunto de Setién ha tirado por la borda en el último mes todas sus expectativas europeas, las únicas que le quedaban tras quedar dolorosamente apeados en dieciseisavos de final de la Liga Europa ante el Rennes francés y en semifinales de la Copa del Rey frente al Valencia.
Pero en Liga han ido pasando jornadas y oportunidades, tantas como decían que tuvo Blas Romero 'El Platanito' en el toreo, y en el último mes ha logrado uno de quince puntos posibles, el logrado en casa ante el Espanyol (1-1), tras perder contra el Sevilla (3-2), Valencia (1-2), Levante (4-0) y Éibar (1-0).
Pese a tan exigua cosecha, el técnico bético se ha movido en todo este tiempo entre el voluntarismo previo y la fraseología exculpatoria tras los partidos, incomprensible para una afición que ya ha dictado sentencia en su contra y que ha provocado que el consejo bético lo ratificara en su puesto hasta final de temporada, como mínimo, ya que el cántabro tiene contrato hasta 2020.
Una de estas circunstancias se produjo tras la derrota en Ipurúa, cuando Setién, parafraseando a Ramón de Campoamor, tiró de manual y pareció acordarse de aquello de 'en este mundo traidor, nada es verdad ni mentira, todo es según del color, del cristal con que se mira'.
El de Santander, preguntado por su futuro en el banquillo bético, contestó que "según los ojos y el prisma con el que se mire, unos pensaran una cosa y otros, otra", que "depende" y que "para los que se preocupan exclusivamente del resultado, está claro", aunque no "para los que ven algo más allá".
Con estas premisas y con el partido ante el descendido Huesca en el horizonte para cerrar el año en el Villamarín, Setién y su equipo se enfundaron el chándal este lunes y, como tantos otros, tocó y tocó en el césped de la ciudad deportiva con los que no jugaron el domingo mientras los titulares se recuperaban en el gimnasio.
Siguieron ausentes de la sesión el centrocampista Sergio Canales, con molestias en el tobillo derecho, y el lateral Antonio Barragán, con una metatarsalgia en su pie izquierdo, dolencias que han hecho que los servicios médicos del Betis aconsejen que paren hasta su restablecimiento.
Tras el nuevo plebiscito al que se someterá el próximo domingo en el Benito Villamarín, los de Quique Setién, y él mismo, pondrán punto y final el 19 de mayo ante el Real Madrid en el Bernabéu una decepcionante campaña para el beticismo, que como todas las aficiones pide resultados pese a las variadas explicaciones de su técnico.
"Sé que el mundo del fútbol vive de los resultados, pero creo que este equipo ha hecho muchas cosas bien y que su posición en la tabla no es justa en relación a lo que ha hecho y a cómo ha jugado en buena parte del campeonato", comentó entre otras muchas cosas Setién tras perder en Éibar.
Estamos hablando de delanteros, porteros, laterales, centrocampistas y el betis dos opciones buscar jugadores acorde al entrenador o al entrenador. Lo unico que le hace falta un jugador estilo Jorge Molina que aguanta el balon mientras los demas sube y jugar mas directo tenien a jugadores tan rapidos como Sergio Leon y demas. Logotegui es mas de lo mismo. Hay entrenadores en segunda que saben lo que se hace o ganas o no suben. Y el betis es de primera.