El Betis ha tenido este martes su habitual comida anual oficial en el Real de la Feria. Una cita que no se ha aparcado a pesar de los malos resultados y en la que el presidente Ángel Haro ha hecho un balance de lo que va de temporada y de lo que se espera para el futuro. Pero también otro día para comprobar lo que significa Joaquín Sánchez para los béticos.
El portuense ha sido el jugador más aclamado y requerido por los feriantes allí presentes antes de entrar en la caseta de la Peña Rafael Gordillo, donde estaba previsto el almuerzo. Joaquín, siempre sonriente, ha atendido a numerosas peticiones como suele ser habitual en él.
En esta ocasión, no ha habido brindis entre el entrenador, el presidente, el director deportivo y el capitán, porque no había nada que celebrar. José Miguel López Catalán, por fiebre, se ha ausentado de la comida, que se ha celebrado de buen tono.