Borja Iglesias acapara estos días buena parte de la atención de la dirección deportiva del Betis que tiene claro que es el delantero deseado para reforzar al equipo. El futbolista, a la espera que se aclare su futuro, ha iniciado este miércoles la pretemporada con el Espanyol, el equipo más madrugador en ponerse manos a la obra.
Divididos en varios grupos, algunos de los futbolistas del cuadro periquito se han sometido a los habituales reconocimientos médicos. No es el caso de Borja Iglesias que lo pasará con el grupo que lo hará este jueves. En cualquier caso, el gallego se ha reintegrado a la disciplina espanyolista que se ha puesto a las órdenes de David Gallego, que suple en el banquillo a Rubi.
Aunque Borja Iglesias no ha realizado ninguna manifestación pública ni planteará ninguna postra de fuerza, el futbolista quiere que se solucione cuanto antes su situación. Con las posturas cercanas entre el delantero y el Betis, el principal escollo sigue siendo el Espanyol.
Mientras que la entidad catalana se remite a la cláusula de rescisión de 28 millones de euros en un solo pago, el Betis pretende flexibilizar esta inversión y abonarla en varios plazos. Algo que, de mometo, el Espanyol no acepta, aunque su postura podría variar con el paso de los días, o con fórmulas en las que pudiera incluirse jugadores béticos.