La noche que el Villamarín rindió tributo a la leyenda del 24

Rubén Castro fue el gran protagonista este miércoles en el Benito Villamarín. El Betis quiso rendir homenaje al que es el máximo goleador de su historia y un símbolo de la entidad bética. Una lesión que viene padeciendo durante toda la pretemporada impidió que el delantero saltara al terreno de juego a disputar algunos minutos del partido.

No hizo falta para que recibiera el cariño de los béticos, que se lo demostraron desde que llegó en el autobús del equipo al estadio. En los prolegómenos, Rubén Castro saltó al terreno de juego ataviado con la camiseta del Betis, la legendaria con el número 24, y recibió recuerdos del homenaje con obsequios tanto de Las Palmas como del club bético.

Durante el partido, la afición coreó su nombre en varias ocasiones. Luego llegó el epílogo tras el partido. Rubén Castro dio una vuelta al estadio donde recogió el cariño de la que fue su afición durante siete años y medio. Acompañado de su mujer y su familia, y con todo los jugadores de los dos equipos y cuerpos técnicos sobre el césped, recorrió el perímetro del estadio. Para acabar la noche, el delantero fue manteado por los futbolistas.