Tiempo y confianza

Al Betis no le está sonriendo el verano como quizás a la mayoría de béticos le gustaría. Tras una pretemporada insuficiente, en la que no se ha visto ni de lejos el Betis que se espera, LaLiga Santander llegaba como opción para espantar esas dudas y sumar la primera victoria. La oportunidad estaba en casa, ante más de cincuenta mil aficionados y con un once digno de ser envidiado.

Sin embargo, todo se puso en contra. Absolutamente todo. Desde la expulsión de Joel al inicio del partido hasta la lesión del flamante delantero Borja Iglesias, el cual vio cómo se desvanecía su aciago estreno con la elástica verdiblanca. Conclusión: primer partido, primera derrota.

El 'proyecto Rubi' necesita engrasar

Los más susceptibles siguen sin estar convencidos de este nuevo ‘proyecto Rubi’. Al término del partido no fue raro escuchar los tópicos típicos -valga la redundancia- referidos a la bipolaridad que siempre caracteriza al Betis. Realmente, para la grada bética se hace difícil empezar la semana satisfecha tras haber caído ante un Valladolid que huele a Segunda División.

Tampoco ayuda que el próximo rival sea un ‘equipito’ que juega en el Camp Nou, donde tienes que hacer muchas cosas bien para arañar algún botín. El panorama para las dos primeras jornadas quizás pinte más gris que blanco, pero eso no debe minar la ilusión que se respira entorno al Betis.

Las incontables circunstancias propias de este deporte no han favorecido al Betis en este inicio de campeonato, pero la fortuna siempre acaba sonriendo al que desempeña bien su trabajo. Este club lo está haciendo, por eso tiene argumentos para dar guerra en la parte alta de la tabla. Una entidad que supera los 300 millones en valor de plantilla, con nombres como Fekir, William Carvalho o el propio Borja Iglesias, acabará haciendo un buen papel esta temporada y ocupando el nivel que le corresponde. Por pura lógica. Tiempo y confianza.