El entrenador del FC Barcelona, Ernesto Valverde, echó toda la presión sobre su equipo para el partido de este domingo en el Camp Nou contra el Betis, al asegurar que es "una obligación que" consigan "los tres puntos"
El preparador atendió esta tarde a los informadores en la sala de prensa de la Ciudad Deportiva del FC Barcelona, y se le esperaba con muchas expectación, pero como viene siendo habitual, el técnico la desactivó casi toda.
Valverde se negó a hablar del caso Dembélé, después de la lesión del jugador que le dejará cinco semanas inactivo (el futbolista escondió un problema físico y se negó a someterse a unas pruebas para realizar un viaje), y sobre Neymar, manteniendo un perfil distante, al asegurar que no le interesa hablar de jugadores de otros equipos.
Otro asunto que parecía más claro, como es el de Messi, quien se ha entrenado los últimos días dándose casi por hecho que podrá jugar por primera vez en este curso, Valverde no dio ninguna pista, al asegurar que la convocatoria del capitán del Barça no la decidirá hasta después del entrenamiento de esta tarde y que en ningún caso arriesgará lo más mínimo con él.
A pesar de ir justo de mimbres en ataque (Dembélé y Luis Suárez están de baja), el preparador del Barcelona exigió a sus jugadores la victoria mañana contra el Betis, partido en el que podrían tener una oportunidad los delanteros del filial Abel Ruiz o Carles Pérez.
Cuando se le abordó por cómo veía al rival de este domingo, Valverde dijo que le sirven tanto de referencia el partido del año pasado, en el que el Betis ganó en el Camp Nou (3-4), así como el último de Rubi cuando éste dirigía al Espanyol.
"Supongo que aspiran a estar arriba. Tienen argumentos. La semana pasada perdieron pero jugaron con diez casi todo el partido", apuntó Valverde, que no permitió que el asunto Dembélé le ocupase minutos en la conferencia de prensa y, a la primera pregunta, desactivó cualquier otro intento de cuestión: "No quiero hablar demasiado sobre el tema Dembélé. Siempre se hace una bola excesivamente grande todo lo que rodea a nuestro club".
De Neymar, el interés del Barcelona en contratarlo y si le cansa la situación, Valverde optó por una postura parecida: "Cada vez que hay una ventana de contratación, se genera una expectativa, y nuestro club la crea, y también Neymar. Poco podemos hacer, menos aburrirnos. Es un jugador que está en el PSG. Nuestra preocupación es el partido de mañana".
Sobre unas declaraciones de un excolaborador de Valverde, Ramón Català, recogidas en las Cadena Cope, y en las que el actual coordinador del Dinamo de Kiev dijo que el técnico del Barça lo estaba pasando mal, el preparador barcelonista fue taxativo: "Ahora no lo estoy pasando mal. Lo estoy pasando bien. Depende del día en que te pillen y con quién hablas. Comparado con un amigo que está en Ibiza, estoy mal; pero con otro amigo que está rescatando migrantes en el Mediterráneo, bien".
"Los que estamos aquí (en el FC Barcelona) somos bastante afortunados", sentenció un Valverde que ensalzó el compromiso de Rafinha Alcántara que ha debido lidiar con dos graves lesiones, y aunque no se refirió a él como un intocable para no perderlo en el mercado aún abierto, sí dijo que el jugador "lo da todo en el campo" y que ahora "está peleando por un puesto como los demás. Siempre tiene una gran actitud".
Finalmente, se refirió a Antoine Griezmann y justificó el pobre papel del francés contra el Athletic Club porque el centro campo no generó suficiente juego "y queremos que nuestras posesiones sean más productivas y que den trabajo a los delantero, aunque él también tiene que buscarse la vida".