Rubi salva el primer 'match ball'

Era un match ball para Rubi y Rubi salvó el match ball. El primero de la temporada, porque su futuro sí estaba en juego de verdad este miércoles. Una derrota ante el Celta hubiera provocado un cisma impresionante en el Benito Villamarín, con el consiguiente movimiento en el banquillo. Pero ganó el Real Betis y Rubi respira. Como el Betis. Y hasta en el palco.

Rubi vio venir a Fekir tras el 2-1 y perdió tres kilos en un segundo. Mucho sudor que iban para lágrimas, porque la sangre seguía siendo verde. Una celebración especial para seguir con vida, al menos para un partido más. Un choque en el Santiago Bernabéu que ahora jugará el Betis más aliviado. Pero también Rubi.

Rubi aguanta en el banquillo del Betis pero su futuro sigue sin estar claro. Y todo aderezado con el nombre de Quique Setién en el ambiente...

Aunque en el Betis no quieren hablar de movimientos para cambiar al dueño del banquillo, el Betis se está moviendo para cambiar a ese dueño. Ahora mismo es Rubi, pero puede no serlo si los resultados no son victorias en los próximos partidos. O incluso con una goleada en contra ante el Real Madrid, porque todo influye cuando la mecha está encendida y la paciencia de muchos, casi agotada.

Con el nombre de Quique Setién en el ambiente, o el de Javi Gracia, o el de Abelardo, Rubi respiró y sonrió tras el pitido final de Gil Manzano. Pero hubo pitos al palco y fuertes cánticos contra la directiva. Todo unido a que la imagen del Betis fue pésima, salvada in extremis por el gol de Fekir. Un gol que salva a Rubi. ¿Pero será el último match ball o un punto de inflexión?