Es Noticia

Las grandes obras del Benito Villamarín (II): De la compra a la construcción de Voladizo

Siguiendo al Real Betis y al Sevilla FC

Tras repasar los primeros más de treinta años del Benito Villamarín, en esa etapa denominado Heliópolis, nos adentramos en el segundo capítulo de este recorrido con la ayuda del área de historia del club. Es la fase que va desde la adquisición del estadio por parte del Betis en 1961 hasta la construcción de Voladizo en la segunda parte de los 70.

La compra del estadio y el cambio de nombre

Aunque lo venía utilizando desde 1939 en calidad de arrendatario, incluso el primer contrato fue en 1936, el Betis no adquiere en propiedad su estadio hasta el año 1961. Benito Villamarín, por aquellos años presidente del club verdiblanco, venía anunciando esos deseos que materializó a cambio de 14,5 millones de pesetas que serían pagados mediante plazos.

Momento de la firma de la compra del estadio en 1961 con el discurso de Benito Villamarín.

Fue concretamente el 12 de agosto de 1961 cuando el campo se convirtió en propiedad del Betis. Cambió entonces la denominación. Dejó ser el estadio de Heliópolis para pasar a ser el estadio Benito Villamarín. La compra se escenificó con un partido contra la Fiorentina, que se comprometió por el traspaso del sueco Jonhson.

La inauguración del ya campo propiedad del Betis contó con la presencia de las autoridades civiles y eclesiásticas de la ciudad. Como curiosidad, en aquel Betis-Fiorentina, se pusieron por primera vez la camiseta verdiblanca Luis Aragonés y Fernando Ansola. Los dos acababan de fichar por el equipo ese verano.

La fachada del Benito Villamarín en 1961.

Durante la década de los 60, los compromisos de pago del Betis con el Ayuntamiento generaron algunas tensiones con el consistorio, que se fueron cumpliendo gracias a los traspasos de los futbolistas con más mercado en el momento. La deuda quedó finalmente saldada en el año 1971 con la venta de Quino Sierra al Valencia.

Las nuevas gradas de Gol Norte, Gol Sur y la nueva iluminación

Precisamente en esa nueva década llegarían nuevas reformas al Benito Villamarín. Fue en 1971, una vez el equipo ascendido a Primera de nuevo, cuando se levantó la nueva tribuna de Gol Norte tras derribar la anterior. La grada, que se cerraba a la altura de Fondo y Preferencia, tenía una capacidad para 8.000 espectadores. Aunque parcialmente fue inaugurada con anterioridad frente al Athletic de Bilbao, de manera completa lo fue el 10 de octubre de aquel año en un partido contra el Barcelona.

Momento en el que fue bendecido el nuevo Gol Norte en 1971.

Un año más tarde, el 9 de septiembre de 1972 en un Betis-Las Palmas, el estadio Benito Villamarín estrenó la nueva iluminación. Como detalle anecdótico, aquel partido será recordado por ser la vuelta de Luis del Sol al estadio bético tras su paso por Italia. Era la segunda jornada liguera de la competición, el primer partido en casa.

Ya por entonces la UEFA dictaba normas de adecuación para competiciones de primer nivel que el club bético iba a cumplir en cuanto a instalaciones y luz. Eran tiempos en los que partidos nocturnos eran habituales y el Betis quiso también adaptarse a los tiempos en ese capítulo.

El Benito Villamarín iluminado con la nueva torre eléctrica.

El Gol Sur también estaba a punto de completar su reforma con la tribuna que sustituyó a la anterior y que fue derribada. Para la creación de las dos gradas, que se hicieron en años consecutivos, se pidió colaboración a los socios con campañas que incentivaban su ayuda económica. Los béticos respondieron a esas llamadas.

El Betis sale al campo con las obras de Gol Sur al fondo.

Aquella nueva grada de Gol Sur se utilizó por primera vez el 24 de septiembre de 1972 en un partido que midió al Betis contra el Barcelona. Cierto es que se utilizó el 80% de aquella nueva tribuna, pero el estadio comenzaba a adquirir una nueva dimensión porque en ese partido ya se alcanzó la cifra de 30.000 espectadores.

La grada de Voladizo

El siguiente hito dio con la construcción de la grada más longeva de las que todavía se mantienen en el Benito Villamarín. Se trataba de Voladizo, situada en la tribuna de Preferencia y que tenía una capacidad para 7.000 personas. La idea fue gestada en 1974, aunque no sería hasta 1975 cuando se empezaron las obras para una grada con la que seguir haciendo crecer el estadio verdiblanco.

Las obras para la grada de Voladizo en 1975.

Aunque fue usada a finales de 1976 en un partido contra el Real Madrid, que acabó con triunfo bético por 2-0, su puesta de largo oficial tuvo lugar el 9 de enero ya de 1977 en un partido del Betis contra el Barcelona en el que jugaba Johan Cruyff. Voladizo, que fue levantado bajo la presidencia de Pepe Nuñez, es la única pieza del Benito Villamarín que permanece hasta ahora. Todas las demás se han ido renovando.

Javier López marca ante el Burgos en 1977 con la grada de Voladizo recién estrenada.

Los siguientes pasos de remodelación del estadio verdiblanco llegarían ya en los años 80, con las miras puestas en el Mundial que celebraría España. Curiosamente, cuando se vislumbró la posibilidad de nuevos cambios para la cita, en algunos de los proyectos se contemplaba el derribo de Voladizo, apenas años después de su construcción. Algo que no se llevó a cabo.

Expandir v

Escribir comentario 2 comentarios
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar

  1. José Antonio Vargas perez

    Totalmente de acuerdo. Jugadores que si en vez de vestir las trece barras, llevan otras camisetas que todos pensamos, hubieran sido muchas más veces internacionales.

  2. chiringuito

    Quino Sierra, NO, D. Joaquín Sierra Vallejo " Quino ". Un respeto para uno de los más grandes del Real Betis Balompié, como muchos de aquella época, González, Macario, Antón y muchos más, llegando a jugar con la Selección, dirigida por el mítico Ladislao Kubala, en aquel partido en La Linea, con la cabeza vendada. Saludos