Irene Guerrero es una luchadora nata. Una persona con una historia de superación continua. A la capitana del Betis Féminas nadie la ha regalado nada. Su gran pasión, desde que nació, es el fútbol y hace unos años que llegó a él para quedarse: capitana de su Betis y habitual en selección española de fútbol. Una líder que hace unas semanas sufrió el golpe más duro de su vida.
Días antes de acudir en representación de España a la III Gala de los Premios DEX para recoger el premio a la Evolución por su papel en el Mundial de Francia, Irene Guerrero perdió a su padre. "Que una mujer futbolista sea el modelo a seguir de un niño pequeño supone romper barreras", manifestó al recoger el galardón la jugadora bética, que es ejemplo a seguir para esas jóvenes niñas, que como ella hacía, sueñan con ser futbolistas.
Aunque para romper barreras está ella y también sus padres, ambos en silla de ruedas. Los dos son las grandes inspiraciones de la vida Irene Guerrero, a pesar de que el pasado mes de noviembre su padre falleció. Eso sí, seguro que ahora le sigue diciendo su famoso "vamos" desde el cielo.
Sus progenitores le inculcaron su pasión por el fútbol y el deporte, le enseñaron que los límites no existen, que con esfuerzo, lucha y sacrificio todo es posible y que no deje jamás de luchar por sus sueños y por ser feliz. Y todo esto es algo que Irene Guerrero hace cada día.
No tenemos palabras para expresar el agradecimiento que sentimos en mi familia por todo el apoyo que hemos recibido...Una estrella especial nos cuida desde alli arriba❤️ pic.twitter.com/pG9NkzqKoe
— Irene Guerrero (@ireneGS8) November 25, 2019
Hace unos meses, habló así en una entrevista en Movistar + de sus padres: "Necesito sentir ese apoyo, que yo mire a la grada, lo vea y él me diga a mí un 'vamos' o un 'tranquila'. A mí eso es como que me quita esa mochila con piedras. Él y mi madre son los que me quitan esa responsabilidad y me dicen 'disfruta, te ha costado tanto llegar hasta aquí...'. Yo no cambio la situación con mis padres por otra familia".
"Hay veces que yo voy con la silla de rueda y, a lo mejor, no los llevo y la gente me dice que cómo no ayudo a mis padres y les digo: no, mis padres están capacitados y ellos se sienten con orgullo de poder hacer las cosas por ellos mismos", añadió.