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Lo Celso, de escuela de negocios

Carlos del Barco / EFE

La opción de compra ejercida por el Tottenham Hotspurs inglés sobre el centrocampista argentino Giovani Lo Celso ha resultado para el Real Betis Balompié una operación redonda merced a un jugador que, en el plazo de poco más de un año, ha dejado en el club bético, además del regalo de su juego, un importante beneficio en las arcas verdiblancas: alta escuela en lo uno y de escuela de negocios en lo otro.

Con la cautela que imponen las operaciones de esta índole, en la que sólo los clubes saben el alcance exacto de las cifras, las que han trascendido en el pase definitivo del medio de Rosario son, además de los dieciséis millones de euros por la cesión de este año, los 32 que ha debido pagar el club inglés y otras variables hasta rondar los 50.

El Tottenham, que en el caso de ejercer la opción de compra el próximo junio debía pagar 40 millones de euros, se ha garantizado así al talentoso rosarino hasta 2025 después de que aterrizara en Londres de la mano de su compatriota Mauricio Pochettino y ahora gane enteros para su sucesor, el portugués José Mourinho.

'Gio' Lo Celso empezó en el Tottenham en perfecta metáfora de lo que podría ser su juego a primera vista, un tanto diesel de arranque, aunque posteriormente ha superado los problemas físicos que lo lastraron en sus inicios para consolidarse en pieza importante del mediocampo de los de White Hart Lane en los veinte partidos que ha disputado hasta el momento.

Lo Celso, quien el próximo abril cumplirá 24 años, llegó al Betis a finales de agosto de 2018 cedido por el París Saint Germain en una operación en la que el club bético abonó tres millones de euros por la cesión del rosarino y 22 más cuando en abril de 2019, el Martes Santo, el equipo bético ejerció su opción de compra por el jugador.

Lo Celso, en su debut con el Betis en Mestalla (Foto: EFE)

Desde que se puso el escudo de la trece barras en los quince minutos en los que debutó el 15 de septiembre de 2019 en Mestalla ante el Valencia, Lo Celso deslumbró, además de por su aportación, por su manera de jugar y moverse en el campo en los 46 partidos que jugó con el Betis en Liga, Copa del Rey y Liga Europa, en los que anotó 16 goles.

Liberado de los corsés defensivos que pudieron hipotecar su creatividad en París, Lo Celso se sintió en Heliópolis como pez en el agua en esa zona del último pase, bajando al mediocentro para recibir y entre líneas casi siempre para ver donde a otros les cuesta tanto; y para pegarle a puerta a las primeras de cambio.

Sin embargo, el hecho de que el Betis no se clasificara para Europa en esta temporada, unido al coste del jugador y su voluntad de jugar la LIga de Campeones, hizo que se pusiera en marcha la cesión al club de Londres en el que lo había reclamado Pochettino y ahora convence a Mourinho.

En cualquiera de los casos, y restando los porcentajes que le pudieran corresponder al Rosario Central, por derechos de formación, y al París Saint Germain, por claúsulas pactadas en su traspaso, el Betis ha redondeado una operación económica de primer nivel con un jugador que en solo un año deslumbró y demostró su condición de futbolista de talla mundial.

Para suplirlo, el Betis contrató al internacional francés campeón del Mundo Nabil Fekir, quien hasta el momento no ha alcanzado los cotas de juego logradas por el rosarino durante su efímero aunque provechoso paso por el Villamarín, en cuya planta noble se ha confirmado hoy lo que era un secreto a voces, que el Tottenham iba a ejercer su opción.

Con ello, el Betis se garantiza, además de las operaciones financieras previas vinculadas a la operación de Giovani Lo Celso, liquidez para afrontar alguna incorporación en el mercado de invierno que se sume a las del argentino Guido Rodríguez, fichado desde el América de México, y Carles Aleñá, cedido por el Barcelona hasta final de temporada.

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