El desquite de Setién en el Villamarín

El Betis cayó derrotado en el Benito Villamarín, al que regresó Quique Setién en el banquillo del Barcelona. El cántabro firmó su particular venganza tras salir el pasado verano del conjunto verdiblanco después de meses de divorcio con gran parte de la afición y de no cumplir el objetivo . Una inconveniente derrota para los de Rubi que ven como se les aleja más aún la zona europea.

Y eso que el Betis se había puesto dos veces por delante en el marcador, la primera de ellas casi al empezar. De nada sirvieron los goles de Canales, de penalti, y el latigazo de Fekir. El Barcelona siempre respondió, por dos ocasiones curiosamente a balón parado. Una suerte del juego que los béticos habían dominado y mejorado en los últimos tiempos y que esta vez les condenó.

No fue el Betis arrollador de comparecencias anteriores en el Villamarín. En parte porque el Barcelona era el rival, en parte porque Messi es una ventaja extra para cualquier equipo. Los goles de De Jong, Busquets y Lenglet remontaron los béticos. Todo en una noche en la que los árbitros volvieron a tener protagonismo en el campo. Con las expulsiones de Fekir y Lenglet, también con el extraño criterio de las tarjetas y hasta otra vez VAR.

Rubi sorprendió con el once inicial en el que apostó por utilizar un doble pivote formado por Guido Rodríguez y William Carvalho. El argentino gozaba de su primera titularidad liguera, el portugués entraba directamente al equipo titular después de meses de ausencia por su lesión de espalda que le obligó a pasar por el quirófano. El punta elegido fue Borja Iglesias.

El inicio de partido fue sencillamente fulgurante. El Betis se ha acostumbrado a jugar así en su estadio en los últimos meses y la presión alta pronto dio frutos. Una rápida acción de Fekir acabó con un disparo que dio en la mano de Lenglet. Previa consulta con el VAR, el colegiado decretaba penalti. Canales, en el 5’, transformaba la pena máxima y ponía a los béticos por delante.

Claro que pronto respondió el Barcelona, o Messi. El argentino en uno de sus pases marca de la casa habilitó a De Jong que batió a Joel Robles. Era el minuto 8 y el tanto azulgrana dio paso a minutos de dominio visitante. El cuadro catalán, con ese fútbol tan conocido de Setién en el Villamarín, se hizo en propiedad con la pelota y al Betis no le quedó otra que defender.

Sin embargo, Fekir volvió a cambiar la tónica del partido. Un robo de Guido Rodríguez, quien segundos antes había perdido una pelota peligrosa, habilitó al francés. La magia y el latigazo pegado hicieron el resto para poner el 2-1 en el minuto 25. El Betis creció con el gol, con el ex del Lyon sacando del tarro de las esencias genialidades que pusieron en pie al Villamarín.

Sin grandes ocasiones, un disparo de Aleñá fue lo más peligroso en las dos áreas. Cuando todo se encaminaba a un triunfo parcial, el Barcelona empató justo antes del descanso. Busquets aprovechó un balón suelto tras una falta para establecer el 2-2 en el electrónico.

Segunda parte

La segunda parte arrancó otra vez con dominio del Barcelona. Esa posesión le valió en los primeros minutos para disfrutar de una ocasión de Messi, que desbarató Joel Robles con una hábil parada. El Betis disfrutaba de espacios que no supo aprovechar en algunas contras que no terminaba acertar con el pase definitivo.

Setién movió ficha con la entrada de Jordi Alba y Arthur. Rubi, pocos minutos después, hizo lo propio al cambiar de cromos en la delantera. Loren suplía a un desdibujado Borja Iglesias. Lo que se repitió la ocasión de Messi, que de nuevo repelió Joel Robles (61'). Los verdiblancos echaban de menos en estas fase a Canales y Fekir.

Mientras, Messi seguía a lo suyo y en el 66' intentó repetir el golazo del año pasado con una picadita. Esta vez se fue fuera. Al Betis le costaba salir y el Barcelona embotellaba a los béticos. El Barcelona se puso por delante en el 72' con un cabezazo de Lenglet  protestado por los béticos que pedían falta en una jugada a balón parado. Joel Robles resbaló, como ya le había sucedido en alguna acción anterior.

Poco antes había entrado Joaquín por William Carvalho. La situación se complicó más en el 76' con la expulsión por doble amarilla a Fekir, la segunda por protestar. La igualdad numérica llegó dos minutos después, cuando Lenglet vio la segunda amarilla. Un nuevo escenario se abría con un diez para diez. A falta de cinco minutos Tello entraba por Guido Rodríguez.

El partido fue muriendo en los minutos finales, sin que el Betis disfrutara de grandes ocasiones que hicieran pensar en el empate. El equipo parecía cansado para acometer si quiera uno de esos arreones finales. Si acaso, el Barcelona pudo sentenciar. No hubo goles y los puntos volaron del Villamarín.

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