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Juanmi y el sufrimiento de su lesión: "Es como si tuviera un clavo metido"

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Juanmi Jiménez es el futbolista más maltratado por las lesiones este curso en el Real Betis. Una talalgia en el pie le ha privado de jugar este curso, reduciéndose su bagaje a 75 minutos en dos partidos de LaLiga. Ahora aprovecha este parón por el coronavirus para ultimar su puesta a punto.

Así lo ha contado en los medios oficiales del club: "Desgraciadamente el parón a mí me puede venir bien. Estoy haciendo trabajo de readaptación, a meterle carga y el cuerpo me está respondiendo. Con ilusión de poder iniciar con el equipo y ojalá que acabe jugando esos once partidos que juegan. Ojalá se celebren como es debido".

Antes del parón ya estaba realizando trabajo específico y parcial con el grupo. No obstante el dolor todavía le impedía ejercitarse con normalidad: "Antes de que ocurriera esto estaba haciendo cosas con el grupo pero a la mínima que empecé a cargar cuatro o cinco días, el pie no me dejaba ir al cien por cien. En los giros o apoyos no me dejaba arrancar, era como si tuviera un clavo metido en el pie. Decidí parar porque veía que me iba a hacer otra vez daño. Estuve un par de semanas parado y a partir de ahí parece que estoy volviendo a ver la luz".

Juanmi, tocando balón (Foto: Kiko Hurtado).

El dolor insoportable de Juanmi Jiménez

Sobre ese calvario de lesiones, matizó: "Parecía que un día arrancaba y volvía a caer. Eso no es bueno tenerlo en la cabeza. Estoy centrado ahora en el día a día de ir mejorando y cuando esté lo antes posible mucho mejor. Quiero aportar todo lo que tengo y ojalá sea lo antes posible. El mayor inconveniente es que no me deja ni al 70 ni al 80 por ciento, es un dolor que no puedo soportar. Cuando hago algo más de lo normal me pega el latigazo. Eso es lo que me tiene un poco más retenido. Tengo claro que empezaré a jugar con dolor pero espero que sea un dolor que me permita competir. Si un jugador no compite al final no está haciendo nada".

"Cada vez que hago un movimiento descontrolado es como si tuviera un clavo que te está pegando constantemente pinchazos. Cuando quieres hacer algo explosivo no te deja. Al final es complicado. Una carrera más progresiva lo puedo controlar pero a la medida que quiero esprintar no me deja. No estaba acostumbrado a estar fuera, nunca me he lesionado", añadió.

Eso sí, Juanmi es optimista de cara a su vuelta: "Soy optimista en el sentido que me está respondiendo el trabajo. Por desgracia todavía queda un tiempo para que esto vuelva y tengo esa motivación de que cada día vaya un poco mejor".

Y tiene una motivación clara: "Por eso me levanto cada mañana, de poder disfrutar cada fin de semana, salir al campo cada partido y aportar el máximo de goles que para eso vine. Desde fuera se te pone la piel de gallina ver cómo la afición responde".

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