El 1 de septiembre de 2015 quedó marcado en la carrera de Joaquín Sánchez, capitán del Betis. El portuense ha vivido muchos momentos especiales a lo largo de su dilatada carrera, aunque a buen seguro uno de los que más recuerda fue el día en el que regresó a su casa, al Benito Villamarín, enfundado otra vez con la camiseta verdiblanca de los colores de su equipo.
Pese a que el fichaje se había fraguado durante el verano y que fue el 31 de agosto cuando se dio oficialidad a su regreso, el 1 de septiembre tuvo lugar la presentación ante su hinchada. El deseo de muchos años era una realidad y Joaquín volvió al Benito Villamarín ante cerca de 20.000 espectadores que aclamaron al jugador que volvía ser futbolista bético.
Aquella tarde de verano estuvo acompañado por su familia y sus hijas quienes saltaron al terreno de juego junto a Joaquín. El extremo saludó, habló y hasta tomó un capote para demostrar sus habilidades en esta suerte. Todo en un día lleno de felicidad. “Tenía que volver el corazón me lo pedía a gritos. Estoy como un niño chico en una tienda de juguetes”, afirmaba el jugador.
Cinco años después, pese a que volvía con 34 años, sigue siendo pieza fundamental en el Betis por su rendimiento futbolístico y su predicamento. Sus prestaciones han sorprendido a más de uno y se ha ido ganando a pulso cada una de las renovaciones que ha ido firmando y que, por ahora, le vinculan al equipo heliopolitano hasta junio de 2021.