Desconfinamiento perimetral con la vacuna Tello

Que el Real Betis tiene entrenador ya se intuía en este comienzo liguero. A pesar de las desaplicaciones de sus jugadores y de un espíritu defensivo demasiado tibio. Y a pesar del VAR. Ante el Elche CF ha quedado definitivamente acreditado. El cambio táctico de Pellegrini para rebatir los argumentos de un recién ascendido con buenas hechuras propició el desconfinamiento perimetral del juego verdiblanco. Y su apuesta por Tello se está revelando como la mejor vacuna para amortizar el potencial de un planteamiento ofensivo acorde con los mimbres de que dispone en la plantilla.

También quedaron evidenciadas otras cosas en el encuentro ante el Elche. Por ejemplo, por qué el técnico chileno ha tragado con unos fichajes low cost en la situación de pandemia económica que vive el Betis: por tener conocimiento pleno del talento que atesora en un plantel no tan malo como parecía la pasada campaña. Y, cómo no, por la idoneidad de muchos de esos jugadores para el estilo de juego que pregona y que le ha permitido labrarse el currículum que tiene. Por eso su única línea roja era que no le vendieran a los principales activos. Gracias a dios, tampoco hubo muchas ofertas decentes por ellos.

Pellegrini recuperaba este domingo a Emerson y con ese acicate apostó por un 1-4-1-4-1 que dejaba a William Carvalho fuera y se apartaba del doble pivote. El crecimiento por días de Guido Rodríguez le ha permitido apostarlo como único guardián de una cuádruple mediapunta donde el talento y el desborde por banda brillan con luz propia.

Algo estará teniendo que ver también su mensaje, su discurso tranquilo, que ha calado en un grupo cada semana más reconciliado con el buen fútbol. Dicen sus pupilos off the record que al chileno apenas le hace falta decir nada altisonante. Basta con su mirada. Y con su mirada y sus pinceladas táctico-estratégicas está logrando afianzar la ingeniería de su fútbol. En este caso, además, no cabe caer en la tentación de desmerecer lo conseguido por la supuesta entidad del rival, pues la racha con la que llegaba demuestra que no era tan fácil lo que el resultado mostró como tal.

Medidas de entrenador

El Real Betis necesitaba un triunfo que espantara fantasmas y reforzara el crédito del proyecto. Que cerrara la UCI de los malos augurios. Lo ha logrado con medidas de entrenador. Porque algo habrá intervenido también Pellegrini en el comportamiento de juego mostrado por Fekir, mucho más asociativo y colaborador que en anteriores citas. Porque el chileno fue quien trajo igualmente a un portero, así con todas las letras, que además cuadra a la perfección con el fútbol que proclama. Y porque fue suya también la apuesta por Sanabria, el único delantero que hasta ahora ha logrado marcar.

La entrada de Carvalho en la segunda parte tampoco fue ninguna tontería, por cuanto restituyó el control cuando el Elche CF podía haberse venido más arriba de la cuenta. Pero, principalmente, Pellegrini parece haber hallado la vacuna. Se llama Tello, un futbolista dotado como pocos que necesita el cariño y el protagonismo que el técnico le está brindando. Una vacuna contra el virus de los malos resultados. Un antídoto para el sufrimiento del beticismo.