Este martes la Audiencia Nacional ha iniciado el juicio por los atentados del 17 de agosto de 2017 en Barcelona y Cambrils. Tres acusados se enfrentan a una petición fiscal de entre 8 y 41 años, por su presunto papel en la célula que acabó con la vida de 16 personas. El Camp Nou, en el que se debía celebrar el 20 de agosto de 2017 un Barça-Betis, también era objetivo de un posible atentado.
La célula yihadista de Ripoll (Girona) que en agosto del 2017 cometió los atentados de Cataluña tenía como primeros objetivos el Camp Nou, el estadio del Fútbol Club Barcelona que iba a atacar el día 20 de ese mes, así como la Sagrada Familia de la capital catalana y la Torre Eiffel de París.
Así lo ha testificado el mosso d'Esquadra que instruyó las diligencias de la investigación en el juicio de dos presuntos integrantes de la célula terrorista, Mohamed Houli y Driss Oukabir, y un supuesto colaborador, Said Ben Iazza, acusados de preparar los atentados, que ha comenzado este martes en la Audiencia Nacional. El testigo dirigió la investigación tras los atentados cometidos el 17 de agosto del 2017 en Las Ramblas de Barcelona y en la madrugada del día siguiente en Cambrils (Tarragona), que dejaron 16 muertos y 140 heridos.
Este martes se ha producido el juicio. El Inspector de los Mossos d'Escuadra, en la citación judicial por los atentados del 17-A en Catalunya: "El Daesh asumió la autoría. Es importante tener en cuenta la celeridad con lo que lo hicieron. La propaganda del Daesh era de primer orden. Lo consideraron un ataque muy importante, el más importante tras los ataques de 2015 en París".
"La fecha escogida era el 20 de agosto en el Camp Nou", donde se debía celebrar un Barça-Betis. En el historial del teléfono de uno de los yihadistas se encontró todo. Horarios, accesos, imágenes...
Días antes, la dependienta de la tienda oficial confirmó que, al menos, dos miembros de la célula estuvieron allí. Compraron productos del club y no se descarta que quisieran hacerse pasar por aficionados.
Según el inspector, el policía "neutralizó" a los cuatro individuos, tras que estos salieran armados y con los chalecos, a grito de "Al·lahu-àkbar". Un quinto individuo se escapó y amenazó a la gente, pero finalmente también fue abatido.
Ha manifestado que la explosión del 16 de agosto en la casa de los terroristas en Alcanar (Tarragona) precipitó que llevaran a cabo, al día siguiente, los atentados en Las Ramblas y en el paseo marítimo de Cambrils.