Si los peluches hablaran, se puede aventurar lo que hubieran bramado los que ocuparon muchos de los asientos del Benito Villamarín en el partido entre el Real Betis y el SD Eibar. Pero no hablan, como le pasa a muchos aficionados verdiblancos. Y asistieron, con la estupefacción consustancial a su condición, a otro esperpento, al enésimo episodio de la insoportable levedad de este Betis de Pellegrini. Un equipo plano, débil, previsible y, encima ahora también, nervioso.
Aquellos fogonazos de calidad ofensiva, de cierto sentido en el juego, mostrados en el inicio liguero quedaron, parece que definitivamente, sepultados por un encuentro horrible. Tal como el Eibar le ponía la lápida a la ilusión regenerada por el técnico chileno, por Heliópolis iluminaban su halo terrorífico los fantasmas de la mediocridad deportiva. Por no pensar, al menos de momento, en otro tipo de fantasmas más chungos.
“Si el Betis le gana al Eibar puede subir muchos puestos en la tabla…”, se comentaba en la previa del encuentro. El ‘si’ condicional volvió a convertirse en un rotundo ‘no’ desesperanzador. Porque este Betis de Cordón y Pellegrini no le gana ahora mismo a nadie. En concreto, no le ganó al Eibar, un rival que hasta esta cita había marcado la friolera de seis goles y tres de ellos con la firma de un delantero que ni siquiera estaba en la convocatoria armera.
¿Se puede perder con el Eibar? Por supuesto que se puede. De hecho, lo hizo el Sevilla de Lopetegui en el Sánchez Pizjuán. ¿Se puede perder de esta forma? Pues ya menos, principalmente por lo que supone en la confirmación de las sospechas en torno al proyecto deportivo, con una piedra angular, el equipo, que tiene pinta de haberse caído con todos los muebles.
Por fortuna, LaLiga Santander es larga y aún queda mucho camino, pero los síntomas siembran verdadero pánico entre quienes no están dispuestos a tragar con una realidad distorsionada. Si la solidaridad otorgara títulos, el Real Betis los tendría todas las temporadas a puñados. Lo mismo que si las vitrinas de verdad pudieran llenarse con modernidad, alta tecnología y estructuras.
No obstante, mal que le pese a algunos, el Real Betis Balompié es un club de fútbol con más de cien años de historia y una afición de las mejores del planeta. Como ya dijera el maestro Aragonés, esto del fútbol va de ganar, ganar y ganar. Lo contrario, perder, perder y perder sólo lo sostiene el sentimiento. Y, en este caso, un sentimiento muy desolador. Tan desolador como la sonrisa inerte de un peluche.
Y ENCIMA CON MUÑECOS EN LA GRADA, SI QUEREIS DAR ALGO A LOS NECESITADOS SE METE EN UN SOBRE ANOMIMO Y SE ENTREGA, SIN ANIMO DE SALIR EN LAS FOTOS, Y A MUCHAS CRIATURITAS QUE QUIEREN VER A UN EQUIPO Y NO A BANDAS SIN MUSICA
Los peluches cantando al final del partido "Don Haro vete ya".
Hoy os han metido algo más que goles. Mayula sal de esa cueva oscura en la que vives. Se reia el chaval cuando nos ganaron y hoy se os ha visto el cartón.vais para segunda de cabeza y espera que el osasuna os va a poner la puntilla. Jajjaja como disfruto
JAJAJAJAJA HASTA ER PARMERIN TA CANSAOOOO jajajajajaa Vaya burreo del bryan y el pozooo jajajajaja Mayula donde estass??????? jojojojocuentame otra de los estadios jajajaja el eibar 8184 espectadores jojojojojo tommmm toooooooooo el miercoles podeis ver futbol jajajajaja este año tenemosssh tecnico jajajajajajajajaja PARTIDAZO DEL NIÑOOOOO BRYAN JUASJUASJUAS
Pero es ke ésos peluches son como los béticos de verdad , se kedan ahí pasmados ,sin levantar la voz , impasibles y con autocrítica 0, después están las creaturitas esas ke solo salen si si ekipucho a ganado o el Sevillafc a perdido y si así es ,ya empiezan a soltarte cuentos e historias para no dormir ,en fin el Betis se muere y su afición lo remata ,nada nuevo en el horizonte,saludad al 6️⃣🏆 veces campeón de la Europa league
La insoportable levedad de una afición que no espera nada de su equipo. Que da por inevitable que el Betis estuvo, está y estará en manos de personajes como la pareja actual.
La insoportable levedad de una afición que no espera nada de su equipo. Que da por inevitable que el Betis estuvo, está y estará en manos de personajes como la pareja actual.