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Resumen del Betis en 2020: el 2021 será el bueno de verdad

Joaquín, jugador del Real Betis Balompié. (Foto: Kiko Hurtado).
Ignacio Cáceres Dastis

Se marcha un 2020 de insuficiencia y mediocridad para el Real Betis Balompié. El año 2019 (sobre todo en verano), no apuntaba a eso. Se firmó a un entrenador ilusionante, se contrataron a jugadores caros (Fekir y Borja Iglesias), que apuntaban a aspiraciones europeas y se mantuvo gran parte del bloque que fue semifinalista de la Copa del Rey meses antes. Al final, todo quedó en sueño que el 2020 no ha convertido en realidad.

El Betis ha nadado todo el año en la indiferencia futbolística. Esa que uno adquiere cuando hace el muerto en la mitad de la tabla y acaba pidiendo el flotador. Así lo refleja el décimo quinto puesto en la clasificación de la pasada campaña y la eliminación en la Copa del Rey por parte del Rayo Vallecano.

Con el drama y en caída libre, deportiva y económica, Rubi se fue a la calle y Alexis tomó las riendas para acabar una temporada mala. Si LaLiga hubiese durado algunas jornadas más, quién sabe dónde estaría el Betis. Ni un punto en los derbis pudieron llevarse los aficionados.

Fekir dialoga con Pellegrini (Foto: Kiko Hurtado).

Mercado de 2020 

En verano se volvió a recurrir al nuevo proyecto. El bueno de verdad. Haro y Catalán tiraron de los nombres de Pellegrini y Cordón para enderezar un barco que, si nadie le pone remedio, sigue a la deriva. Ni estos hombres, ni los fichajes limitadísimos del director deportivo han cambiado el escenario. El Betis cierra el 2020 con cuatro goles en contra en Valencia y sigue instalado en la mediocridad deportiva y económica.

Lo positivo

Sin embargo, el año que se marcha deja algo importante para la entidad: la diversidad de opinión. Hay un sector importante de la afición que ve con ojo crítico la gestión deportiva de Haro y Catalán. Podrán estar más o menos acertados, pero a nadie se le escapa que la crítica tiene que existir cuando las cosas no funcionan y en el Betis está claro que no funcionan. Ese es el Betis de los béticos. Aquel que es apoyado por los que defienden a la actual dirigencia, o el equipo que muchos quieren cambiar. Diversidad y crecimiento. Así funcionan las empresas y el mundo privado en el que muchos son expertos. Lo privado solo entiende de rendimiento. A largo o a corto plazo, pero de rendimiento. Tristemente, en el Betis eso no ha pasado en 2020.

Serra Ferrer, a su llegada a la Junta (Foto: Kiko Hurtado).

La junta de accionistas con la alternativa de Serra solo ha traído una oposición más firme. Es un buen paso que debe ser muy matizado y mejorado. Un punto en común y un intercambio de premisas sería ideal para que la entidad avance en lo deportivo. Unión para el 2021. 

¿Con qué se queda uno del Betis en 2020? Pues en lo deportivo poco o nada. El fútbol sala sí, pero… remitirse a eso es algo pobre. Para el 2021 hay que creer en Canales, en el esperado acierto de los dirigentes verdiblancos y en una afición incansable. A pesar una pandemia y de un equipo que no simboliza a su hinchada, en 2020 hay que brindar por todas aquellas personas que se marcharon con el corazón teñido de verde. Por todas esas almas que, en Champions o en Burgos, han estado con su equipo. Por el Mani. Por Gabilondo. Por Domínguez. Por un 2021 lleno de salud, para que el Betis de los béticos esté donde los béticos quieren y merecen.

 

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  1. Es lo que hay

    Si por que estén donde se merecen en ” segunda” haber si por tener socios se van a merecer una Champions o jugar en Europa para eso hay que trabajar cosa que no le gusta a los jugadores del Betis y por lo visto a los directivos menos. A paarla a contar borregos