Hay mil y una formas de ganar, toda ellas válidas para lo que realmente importa en el fútbol. El Betis, que sigue sumando resultados positivos en este 2021, se acogió al oficio, la seriedad, el orden y al plus de Sergio Canales. Argumentos que dieron tres nuevos puntos a los de Manuel Pellegrini que vencieron remontando al Celta de Vigo en el último partido de la primera vuelta.
Lo de Canales en este Betis agota los calificativos. El cántabro, que todo lo puede, asiste, roba, dirige, pasa... y hasta golea. Desde una posición más retrasada es capaz de llegar al área rival para definir, la ventaja de ser tan bueno, con calidad. Así hizo los dos goles, asistido en las dos ocasiones por Nabil Fekir, con los que los verdiblancos impusieron su ley y miran hacia arriba en la tabla.
No fue un partido brillante del Betis, que sufrió al principio y al final, aunque de distintas maneras. Lo hizo en el arranque del partido ante un Celta que le ahogó y se adelantó al cuarto de hora con un tanto de Santi Mina. También sufrió, de otra forma, por el marcador apretado, con el paso de los minutos en la segunda mitad. Sin embargo en esta ocasión se puso el mono de trabajo para sumar la victoria. Interesante versión para demostrar un registro más, tan útil como otros en el fútbol.
La cualidad del Betis como equipo estuvo en saber levantarse la primera vez, tras el tanto encajado. Fútbol de calidad, con Canales, Fekir, Lainez... También en la otra versión de los de Pellegrini que se vio en la segunda parte, donde mostró que también sabe defenderse y hacerse fuerte atrás, pese a las virtudes ofensivas que tiene el Celta, por más que le pesara la baja de Iago Aspas.
Pellegrini cumplió con esa idea que había advertido de refrescar el equipo. Seis novedades aparecieron en el once inicial del Betis, que contó con la presencia de los recuperados Miranda y Guido Rodríguez. Además del lateral y del centrocampista, Mandi, Aitor Ruibal, Fekir y Loren fueron los cambios respecto al duelo copero contra el Sporting. La alineación era la misma que la del día del derbi, con Joel Robles por Claudio Bravo.
La puesta en escena del Betis no fue la ideal, tal vez ahogado por la presión del Celta. Los gallegos avisaron hasta en tres ocasiones, con un palo de Santi Mina incluido (8'). Fue el propio delantero el que recogió un balón suelto en el segundo palo en un córner para marcar (16'). Débil la marca de Emerson, el tanto hacía justicia a lo visto hasta el momento. Nolito también lo rozó minutos antes.
El Betis aún no carburaba y se echaba de menos la batuta de Canales. Ya aparecería. Lo más peligroso eran algunos disparos lejanos de Fekir y la movilidad de Lainez. Los dos protagonistas aparecieron en el empate verdiblanco en el origen del 1-1. Canales, con la derecha (25') ajustaba un remate cruzado desde el borde del área. Tres zurdos y un gol con la derecha. El cántabro ya estaba a los mandos.
A la media hora Aitor Ruibal tuvo que marcharse lesionado y dio paso a Rodri. Ya por entonces el Betis era muy superior, con el dominio del balón y desde el trío formado por Guido, Fekir y Canales. Cada uno en su rol. Precisamente un robo del francés, muy activo en todo momento, desencadenó la acción del 2-1. Asistió a Canales que otra vez cruzó para batir a Rubén Blanco (2-1). Justa remontada antes del descanso, que sólo se vio amenazada por un cabezazo de Murillo que despejó Joel Robles.
Un cabezazo de Mandi, tras una falta botada por Fekir, fue la primera llegada tras el descanso (48'). El Celta trataba de reaccionar desde la pelota. El dominio vigués ofrecía espacios al Betis. Una conexión entre Loren y Fekir, con varios pases, ejemplificó el potencial ofensivo bético. Precisamente Loren fue protagonista de un posible empujón de Hugo Mallo en el área que, tras ser revisado por el VAR, no fue señalado como penalti.
Las ocasiones no abundaban en esa fase del partido, mientras el Betis se encontraba ordenado y cómodo, pese a no tener la pelota. Guido Rodríguez, entre algodones en la previa, se resintió de sus molestias y fue suplido por Guardado. Era el segundo lesionado bético de la noche. Era una versión distinta de los de Pellegrini desde el orden y un fútbol con oficio.
Con todo, el Celta no había dicho la última palabra. Joel Robles estuvo atento a una acción en la que Baeza encaraba la portería verdiblanca (76'). En el cuarto de hora final sí llegaron algunas dudas béticas. El equipo heliopolitano daba la impresión de estar falto de frescura. Por eso, Pellegrini apostó por dar entrada Borja Iglesias y Álex Moreno por Loren y Lainez.
Al Betis le tocaba defender su tesoro en esos minutos. Es verdad que las ocasiones celtiñas no eran nítidas, pero la incertidumbre del marcador generaba tensión para no perder los tres puntos. Los de Pellegrini amarraron el triunfo y siguen con su dinámica positiva.