La imposiciones del límite salarial y las estrictas restricciones económicas derivadas de la merma de ingresos han obligado al Betis a hacer de la necesidad virtud en un mercado invernal en el que la única salida ha sido la del delantero paraguayo Arnaldo Antonio 'Tonny' Sanabria, cuya ficha ha sido ocupada en el primer equipo por el centrocampista francés del filial Yassin Fekir.
La salida de Tonny Sanabria rumbo al Torino italiano ha dejado en las arcas del Betis unos siete millones de euros más tres en variables, aunque la magnitud de la crisis a la que el fútbol no es ajeno ha hecho que el Betis tire de recursos propios y suba al primer equipo al hermano menor del internacional francés Nabil Fekir, de 23 años.
Las señales vienen de lejos y los hechos no han hecho sino corroborar lo apuntado por el entrenador bético, el chileno Manuel Pellegrini, y del director deportivo de la entidad, Antonio Cordón, que hay que tirar con lo que hay después de que en verano hubiera cuatro refuerzos y poco gasto, el portero Claudio Bravo, el lateral Martín Montoya, el central Víctor Ruiz y el lateral Juan Miranda, éste cedido por el Barcelona.
La primera vuelta liguera y la andadura en la Copa del Rey, en la que el Betis se juega esta semana el pase a semifinales ante el Athletic de Bilbao, las ha afrontado así Pellegrini, quien ante la coyuntura de estrecheces y las vicisitudes de las lesiones ha apostado de forma decidida por darle sitio a todo su fondo de armario.
Los beneficiados han sido los componentes del, a priori, segundo escalón de la plantilla, como el canterano Aitor Ruibal y el mediapunta mexicano Diego Lainez, que han cogido galones y se han agarrado a la titularidad; y futbolistas de la cantera que se han asentado en los planes del entrenador de Santiago.
Pellegrini le ha dado una oportunidad que están aprovechando a jugadores como el mediapunta Rodrigo Sánchez 'Rodri', quien suma nueve partidos y tres titularidades; y el centrocampista marfileño Paul Akouokou, quien ha disputado siete encuentros, tres de ellos de salida en sustitución el mediocentro argentino Guido Rodríguez.
El chileno ha defendido la solvencia de los suyos a la hora de asumir responsabilidades y en ello ha incluido, con pocos matices, a todos los jugadores del primer equipo y a los de la cantera con los que suele entrenar, como ha sido el caso de Yassin Fekir y lo son los de los porteros Dani Rebollo y Carlos Marín o el defensa Geovanni, entre otros.
En esta coyuntura, tanto Pellegrini como Cordón saben los mimbres con los que tienen que trabajar y la línea a seguir, razón por la que en el mercado invernal recién cerrado han ido ocupando los huecos que se le han ido quedando con jugadores de muy bajo coste, tanto en el primer equipo -Fekir- como en el filial.
El Betis Deportivo, segundo del grupo IV de Segunda B a tres puntos del líder, el Linares Deportivo, será el caladero del que tirará Pallegrini ante las contingencias que se le puedan presentar en la segunda vuelta liguera y para las que no tenga opciones en los componentes de su plantilla.
Por ello, las tres únicas incorporaciones que la entidad verdiblanca ha hecho en el mercado invernal han sido para su filial y han sido las de Juan Serrano, procedente del Algeciras, Isra Cano, del Linares Deportivo, y Chema Núñez, cedido por el Albacete hasta final de la presente temporada con una opción de compra.
Además de estas incorporaciones, la dirección deportiva del Betis deberá compatibilizar el objetivo primero de todas las canteras de surtir de jugadores al primer equipo con el de hacerlo desde una categoría superior y no renunciar al objetivo marcado por la entidad de ascender a Segunda A.
Para ello, una de las piezas principales es la del delantero centro Raúl García de Haro, una de las perlas de la cantera bética, quien lleva siete goles en doce partidos y es un puntal del Betis Deportivo en su objetivo de ascender: la salida de Sanabria le ha abierto las puertas para contribuir a los objetivos del grupo de Pellegrini.