Decía Pellegrini hace algunos días que cuando no se puede ganar al menos es importante no perder. Las circunstancias eran distintas, pero eso es lo que hizo el Betis contra el Athletic de Bilbao, en un partido en el que jugó 80 minutos con un futbolista menos por la expulsión de Fekir en los primero compases del encuentro que quedó condicionado.
Numéricamente el empate no termina de llenar al cuadro de Pellegrini en la pelea por Europa, más cuando acumula cuatro consecutivos. Sin embargo, las circunstancias de la tarde, por el hecho de de jugar con un futbolista menos casi todo el duelo, otorgan un valor moral extra a un equipo que fue, por encima de todo, competitivo. Probablemente en otro momento u otra temporada el equipo se hubiera desmoronado.
Durante muchas fases del choque no dio la impresión el Betis de jugar con uno menos. Sufrió más en las segundas partes de cada tiempo, donde lógicamente el cansancio hizo mella y el Athletic apretó. Con todo las ocasiones visitantes, más allá de merodeos y algún disparo lejano, no llegaron hasta el final como la del disparo al palo de Villalibre.
Fue un Betis que se puso el mono de faena, que peleó cada pelota y que se adaptó a las circunstancias. Los ataques, eso sí, quedaron reducidos a las carreras de Aitor Ruibal, siempre necesario en este equipo por la energía con la que se maneja, y la calidad y el peso de Canales, capaz de aguantar la pelota rodeado de contrarios, ponerle criterio y generar fútbol.
El Betis también tuvo sus opciones. Lainez, por ejemplo, cerró el choque con un disparo que Unai Simón repelió; o el gol anulado por fuera de juego de Mandi. Siempre quedará la duda de cómo hubiera sido un partido de once contra once. Fútbol-ficción. Lo seguro fue la capacidad de adaptarse en un ejercicio de resistencia y competitividad.
Como el propio Pellegrini había dejado entrever la alineación del Betis presentó rotaciones. Cuatro fueron los cambios respecto al equipo que arrancó contra el Valencia. Marc Bartra y Miranda fueron las novedades en la defensa bética, mientras que Aitor Ruibal y Borja Iglesias fueron las variaciones ofensivas en el once inicial bético ante el Athletic.
La presión alta complicó inicialmente al Betis, que pronto recibió la primera llegada de Morcillo respondida por Bravo (2'). Claro que lo que realmente dificultó más el choque para los verdiblancos fue la expulsión de Fekir en el minuto 11. Una entrada del francés sobre Vencedor, revisada en el VAR, acabó dejando demasiado pronto al conjunto bético con un futbolista menos.
La primera respuesta del Betis fue no echarse atrás e intentó mantener la posesión de balón. No llegaban las ocasiones, más allá de un cabezazo de Guido Rodríguez en un balón parado (21'), pero así contenía al Athletic. Sin embargo, el paso de los minutos hizo que el campo se fuera volcando para que los vascos rondaran la meta de Bravo.
No había grandes oportunidades visitantes, pero el Betis perdió el balón y las llegadas de De Marcos y Morcillo hacían daño. Mandi y Bartra se multiplicaban. A los verdiblancos les costaba salir. Alguna carrera de Aitor Ruibal y Canales, que se echó el equipo a las espaldas, dieron aire en los minutos finales antes del descanso en una fase en la que Bravo, pese a todo y más allá de algún centro, no tuvo que emplearse a fondo.
Aitor Ruibal protagonizó el primer aviso del Betis tras el descanso con un acción individual (46'). Poco después llegó una nueva polémica por un gol anulado a Mandi por fuera de juego (53'). Tres minutos tardó en revisar la acción el VAR. Los de Pellegrini seguían en el partido y no daban la impresión en esa fase de estar jugando con un futbolista menos.
Una trenzada jugada del Betis, iniciada de manera excelsa por Canales, acabó con una pelota rozando el palo tras un despeje de un defensor del Athletic (59'). Lainez y Loren, por Borja Iglesias y Tello, fueron los primeros cambios de Pellegrini. Mediada la segunda mitad, el cansancio provocó que el conjunto bético jugara más atrás y llegara menos a posiciones de ataque.
Un zapatazo de Unai Lopez fue repelido por Bravo (73'). Otra vez tuvo que aparecer el chileno, esta vez con un disparo lejano de Raúl García (74'). La respuesta de Pellegrini al creciente dominio del Athletic fue dar entrada da Guardado por Aitor Ruibal. Las contras eran las opciones de los béticos, que protagonizaron alguna sin éxito final.
Raúl García, ese incómodo futbolista en el Villamarín, vio como le anulaban un gol en claro fuera de juego (83'). Un susto para el esforzado Betis. Los verdiblancos competían hasta el final y Paul suplió a Canales, quien había hecho un tremendo desgaste físico. Villalibre, ya en el tiempo de descuento, estrelló un balón en el larguero en una contra. La última oportunidad fue bética. Lainez, en un remate que atajó Unai Simón, firmó el epílogo del cuarto empate seguido del Betis.
Estoy MUY INDIGNADO CON LOS ARBITROS, SE CARGARON EL PARTIDO Y HAN DEJADO EL PARTIDO CONTRA EL R. MADRID MUY CONDICIONADO! SE NOTA AUN LAS PROSTITUTAS Y LA COCAINA GRATIS,EN LAS ELECCIONES A LA R.F.E.F!