Empate justo el que logró el Betis Deportivo en una de las plazas más difíciles de la categoría, ante el Albacete (1-1). Una empresa complicada para los de Manel Ruano, que supieron aprovechar sus opciones y, con una pizca de fortuna, lograr un punto que, aunque cierto es que resulta insuficiente, no fue negativo viendo la infinidad de ocasiones que evitó Marc Vidal y que debe servir para levantar el ánimo de un equipo que está obligado a empezar a sumar de tres si quiere abandonar el sótano liguero.
El Albacete quiso hacer valer su condición de favorito y desde el pitido inicial llevó la responsabilidad del encuentro. Adelantó las líneas de presión y habitó en campo rival, buscando algún error en la salida del que hasta la fecha era el equipo más vulnerable de la categoría. Lo intentó con ahínco y fue superior en el primer cuarto de hora, pero al plantel se le nublaban las ideas cuando sus atacantes rondaban la zona de tres cuartos.
Y en apenas cuestión de segundos, todo parecía cambiar. Rondando el cuarto de hora el extremo del conjunto manchego, Rubén Martínez, driblaba a su par en el pico del área y cuando armaba la zurda para disparar el bético Juan Cruz le obstaculizó, derribo suficiente como para que el colegiado señalara la pena máxima. Otra vez los fantasmas defensivos y las dudas arreciaban contra el filial, el equipo más golpeado de la categoría por sus propios errores. No obstante, el rival le brindó un balón de oxígeno y Fran Álvarez mandó el balón a las nubes.
En esto del fútbol, si quieres llegar a la élite, no debes perdonar y con una réplica inmediata lo atestiguó el Betis Deportivo. Apenas unos segundos después, en la jugada siguiente, el filial lanzó el contragolpe y el cuero le llegó al flanco derecho que atacaba Baena. El catalán atacó los espacios a las mil maravillas, levantó la cabeza y la puso atrás para la llegada de un Juan Cruz que, caprichos del destino, se rehizo de su error anterior y logró el 0-1 rematando a placer desde el corazón del área.
En apenas un par de minutos el duelo se dinamitó, terminó rompiéndose y abrió un bonito ir y venir de golpes. Tuvo el Betis Deportivo la oportunidad de poner tierra de por medio pero Mizzian no llegó al centro de Lara. Con el filial defendiendo el resultado, el Albacete se volcó y elevó sus líneas de presión en busca de equilibrar el marcador antes del descanso. Y vaya si estuvo cerca, de no ser por las dos sensacionales estiradas de Marc Vidal que evitaron un botín mayor para el cuadro manchego. Primero le negó un mano a mano al delantero y luego se estiró a mano cambiada para desviar el disparo de Gómez que se colaba en la escuadra. Pero tanto va el cántaro a la fuente...
El Albacete no perdonaría tres veces y en el 31' David del Pozo aprovechó otra indecisión, la enésima y que tanto ha condenado al equipo este curso, de la zaga bética para recoger un balón muerto en el área y lograr el empate. Con ese resultado, y ambos equipos exhaustos por el esfuerzo realizado, se marchó el partido al descanso, aunque justo antes de marcharse al túnel de vestuarios Marc Vidal tuvo que sacar una nueva manopla para evitar el 2-1 del 'Alba'.
La charla de Manel Ruano en el descanso debió servir a sus pupilos. Se vio un Betis Deportivo más sólido, eficaz y pragmático atrás, logrando disipar los arreones del cuadro local. Intentaban los béticos madurar sus jugadas e ir ganando espacios con paciencia pero siempre con el dominio del balón.
Lara, uno de los más activos del filial, aunque sin mucha clarividencia en la toma de decisiones, intentaba alternar su posición y sorprender con internadas por los espacios interiores, aunque pocas veces lograba conectar con Mizzian y siempre (o casi) aparecía un imperial Djetei para negar al Betis cualquier opción de gol.
Veía el técnico bloqueado a los suyos e hizo un triple cambio a falta de un cuarto de hora, en busca de lograr un gol que terminase con una racha nefasta. Manel Ruano le dio la oportunidad a Raúl, Yassin y Fran Delgado, muy activos en estos compases finales. Fue el hermano de Nabil el más incisivo, intentándolo con chispazos en solitario o a través del balón parado. No quería ser menos el Albacete, que intentó exprimir su juego aéreo y doblegar así a la retaguardia bética. Llegaron a cantar gol los manchegos, pero el tanto en el 83' de Gálvez fue anulado por posición antirreglamentaria.
Con ambos equipos dando por bueno el empate, el colegiado señaló el pitido final. Un punto insuficiente para el Betis Deportivo, que sigue como colista del grupo, aunque nada negativo si se tiene en cuenta la plaza, sirve para levantar al equipo y empezar de una vez a sumar por tres. Por la valía del plantel están obligados a ellos.