No quedará para los anales futbolísticos el choque de la quinta jornada del Grupo G de la UEFA Europa League entre el Real Betis y el Ferencvaros. Pero sí dejó un grato regusto a los treinta mil valientes béticos que desafiaron al mal tiempo, la mala hora y el mal vahío que estos partidos tontitos han reservado más de una vez a su club en la historia. Porque, amén de amarrar matemáticamente la clasificación para dieciseisavos de final de la segunda competición continental, se toparon con varias noticias buenas: Canales ha vuelto, Joaquín no se ha ido y Tello aún vive. Bueno, y que Pellegrini vuelve a sacar conejos de su chistera.
Los cuatro fueron nombres propios de un triunfo que vale mucho, deportiva y económicamente, y que refrenda el regreso a la alta competitividad de este Betis modelado por el chileno. Otro Real Betis, el de algunas de las últimas temporadas sin ir más lejos, pudiera haberse caído tras la semana funesta antes del parón. Pero éste, el de los pilares del Ingeniero, se ha levantado y camina otra vez erguido en la lucha por sus objetivos.
Incluso con las rotacioncitas de don Manuel que le levantan el vello a más de uno en cada hora previa de partido. Él considera que lo puede hacer y los resultados, como el de hoy, le dan la razón. Entre otras cosas porque el técnico sabe sacar la mejor versión de sus jugadores y en esta desabrida tarde-noche de noviembre lo logró especialmente con los antes mencionados: Canales, que volvió a su mejor versión redondeada con un gol de bandera, que parece que el muchacho no sabe meterlos de otra forma; Joaquín, cuyo buen fútbol aún no se ha ido por el hormiguero a pesar de su repentino aviso de despedida; y Tello, quien puede que siga vivo para el fútbol aún habiendo desperdiciado más oportunidades que El Platanito.
Todo eso es mérito de los susodichos, pero en gran medida también de quien los convence cada día para dar su mejor medida. Pellegrini está haciendo excelente una plantilla buenecilla y ya si es capaz de recuperar definitivamente a Tello el beticismo y el club habrían de ir pensando en poner cultos a su imagen o algo. También tuvo sus destellos Lainez, que salió en el último tramo del partido para demostrar que va pudiendo recuperar su sitio en el equipo.
Ganarle al Ferencvaros puede ser algo así como encabezar una concejalía en Cuenca. No tiene excesivo mérito ni otorga un gran poder, pero, oye, hay que ponerse y lograrlo. El Real Betis se puso el chubasquero de trabajo, lo encarriló pronto con una delicatessen de Joaquín culminada por Bellerín y Tello, y lo terminó de abrochar con un golazo espectacular de Canales. El resto del partido no tuvo mucha historia, pero sí la tuvo el resultado y lo que pasó en Alemania. El Betis de Pellegrini ya está entre los 32 clasificados para la siguiente ronda de la Europa League y, lo que es más importante, ha recuperado su identidad.