El Betis y Joaquín se ríen del VAR

Si no se ha caído ante el CA Osasuna mediando una injusticia arbitral flagrante, ojo, porque lo mismo este Real Betis no se va a caer nunca. A falta de Fekir, Canales y Borja, buenos son Joaquín, Juanmi, William Carvalho y Álex Moreno. Los cuatro se convirtieron en efervescentes protagonistas del triunfo en la jornada 30ª de LaLiga Santander. Los cuatro hicieron que el Betis se riera del árbitro y del VAR, y el despropósito de un penalti catedralicio. La goleada y el partidazo bético hicieron que quedara en nada, pero pudo ser de juzgado de guardia.

Pudo haber tenido un efecto muy pernicioso para los intereses del cuadro de Pellegrini. No obstante, el chileno ha hecho que su tropa no eche en falta a nadie ni se relama las heridas. Y a ello contribuyó en medida vital el extraordinario clinic ofrecido por Joaquín. a quien habrían de atar los seguidores verdiblancos al césped del Villamarín bajo promesa de no irse jamás. El portuense volvió a demostrar que sus risas y su edad no importan lo más mínimo. Su profesionalidad y talento hacen que siga siendo determinante y su figura condujo el buen fútbol del Real Betis, como si las estrellas del equipo no estuvieran mirando desde la grada.

El superhéroe de las trece barras

Destapó otra vez el tarro con todas sus esencias, dando poso al fútbol bético, haciendo internacional a Bellerín, mostrando un catálogo glorioso de pases y corriendo como el que más. Como si esa camiseta verdiblanca le transfiriera superpoderes. Joaquín, el superhéroe legendario de las trece barras, impulsó más que nadie un triunfo que permite al Betis seguir soñando con la UEFA Champions League y aferrarse aún más a la UEFA Europa League.

He visto más fútbol que noches pasar. Nunca he creído en las conspiraciones judeo-masónicas y quiero seguir sin creer en ellas. Siempre he defendido la ayuda que el VAR supondría para el arbitraje, pero unos y otros me están dejando sin argumentos. También he creído de toda la vida en la piedad con el error humano. Aunque a veces no lo parezca, los árbitros (también) son humanos. Sin embargo, cada vez cuesta más entender determinados errores. Lo que sí mantengo con firmeza es que la única forma de combatir los arbitrales reside en la calidad deportiva, en la competitividad, en el talento y la constancia, sin dejar que esos fallos inexplicables te hagan rendirte.

La virtud de no claudicar ante la injusticia arbitral

Y en eso este Real Betis es un equipo top. O en eso lo ha convertido Manuel Pellegrini. Revolverse ante ellos, quejarse, protestar donde haga falta...mientras tanto, seguir trabajando, no perder la ilusión y confiar en la capacidad propia para revertir una realidad abrupta y desasosegante. Justo lo que hizo el cuadro bético ante el CA Osasuna. No claudicar ante la injusticia, palmaria y sangrante, y lograr que la misma se convierta en una anécdota, enterrada en la no menos palmaria superioridad mostrada ante un rival agrio e incómodo.

Sin Fekir ni Canales ni Borja Iglesias, es decir, sin los que han aportado al equipo hasta ahora la friolera de 33 goles y 20 asistencias esta temporada. Sin suerte con el árbitro y el VAR, que al alimón se zamparon uno de los penaltis más claros de la historia del fútbol. Sin tanto fuelle como hace unos meses por el cansancio de una temporada abrasadora. Con errores, que también los hubo, como casi siempre, y alguno fue determinante como en el gol de Budimir. Pero con orgullo, con un magnífico fútbol y con Joaquín, a quien el fútbol debería de prohibir retirarse, y Juanmi, de vuelta para inspirar los cánticos del beticismo.

Su doblete, con tantos a la par de pícaro y de buen delantero, encarriló un partido que se puso precisamente como quería Arrasate: profundamente desagradable para el Real Betis. Porque en sus inicios tomó un cariz de ida y vuelta nada apropiado para lo que quiere Pellegrini. Porque la garrafal pifia de Pizarro Gómez (en el césped) y de Medié Jiménez (en el VAR) pareció desconcentrar momentáneamente al conjunto verdiblanco.

El error nuestro de cada día

Y, sobre todo, porque el error de Víctor Ruiz y Alex Moreno dejando a Budimir golpear solo en el área en el gol de Osasuna devolvió la inquietud a un choque que parecía despachado con el 2-0 al filo del descanso. Cuando más hubiera necesitado la calidad y templanza de Fekir y Canales, el Betis encontró la de Joaquín, la de Juanmi, la de William Carvalho y la de Álex Moreno. Los dos tantos en el tramo final del portugués y el lateral catalán espantaron cualquier atisbo de resistencia del Osasuna y redondearon una victoria trascendental.

El Betis de Pellegrini ha cogido aire, físico y psicológico, tras el parón liguero y demuestra que tiene la mente y las piernas en el mejor estado posible para embocar los retos de la final de la LaLiga Santander y el tramo final de LaLiga Santander. No se cae y sonríe. Porque la sonrisa de Joaquín es la felicidad de los béticos.