También compite los días menos brillantes
El Viernes Santo para el Betis deparó un punto en su visita al Reale Arena frente a la Real Sociedad. El tiempo dirá el valor del botín de cara a las aspiraciones de jugar la Champions League la temporada que viene. De momento, le vale para igualar al Atlético de Madrid que recibirá este domingo al Espanyol en el Metropolitano.
La lectura más positiva para el Betis fue que se trató de su enésimo ejemplo de competitividad. No fue un equipo brillante ni vertical, incluso tuvo menos pelota que la Real Sociedad. Un detalle muy a tener en cuenta ante las características de los de Pellegrini, que no por ello dejaron de armarse atrás y evitar mostrar fisuras en la parcela defensiva.
Un portería a cero en el Betis siempre es de alabar. Lo hizo pese a que la Real Sociedad, con Isak y Sorloth siendo un constante incordio, merodeó más la meta de Bravo que los béticos la de Remiro. Alguna pincelada de Canales o Fekir, pero el cuadro heliopolitano le costó pisar con peligro real las inmediaciones del área vasca.
Ya lo dijo alguna vez Pellegrini que el día que no se puede ganar al menos no hay que perder. Dicho y hecho ante un rival directo como es la Real Sociedad y en semanas tan trascendentes para el Betis tanto en el torneo doméstico como con la final de la Copa del Rey asomando en el horizonte. Fue un equipo serio aunque le faltó brillantez arriba.
Manuel Pellegrini introdujo un cambio por línea en el once inicial que puso en liza en San Sebastián respecto al que jugó en Cádiz. Bellerín entró en el lateral derecho por Sabaly. William Carvalho, tras cumplir su partido de sanción en el Nuevo Mirandilla, ocupó el puesto de Guardado en la medular. El delantero en esta ocasión fue Borja Iglesias en vez de Willian José.
Para empezar Pezzella cabeceó un buen centro de Canales desde la izquierda aunque paró sin problemas Remiro (1'). Fue el arranque de un partido con ritmo, en el que los dos equipos trataban de presionar arriba, pero en el que dominio en esa fase fue para la Real Sociedad. Isak con un latigazo probaba a Bravo (5'). Posteriormente llegaba el gol anulado a Zubimendi por claro fuera de juego (16').
Al Betis le costaba tener la pelota por la intensa presión de la Real Sociedad. Aparecían poco los jugadores creativos verdiblancos. Algún destello de Fekir o Canales avisaban, eso sí, de las virtudes béticas. Precisamente un pase del cántabro sobre Álex Moreno recordó el gol frente al Mallorca. Esta vez el remate del lateral se fue fuera (29').
Más clara la ocasión de la que gozó William Carvalho, quien controló en la frontal pero su disparo se fue alto (34'). La jugada había nacido de una interesante conducción de Fekir. Los realistas cerraron la primera parte con una doble ocasión, las dos con Isak como protagonista. En la primera disparó alto (34'), en la segunda Bravo le ganó el mano a mano (35'). No se movía el marcador al descanso, aunque la sensación es que los de Pellegrini no terminaban de esta a gusto.
Segunda parte
Aitor Ruibal entró por William Carvalho en el descanso. Canales retrasaba su posición. Una cabalgada de Álex Moreno, incisivo toda la noche, originó una jugada que acabó con un disparo de Guido Rodríguez (46'). Ese inicio no significó que la Real no siguiera buscando la portería de Bravo. Como por ejemplo en el cabezazo cruzado de un muy activo Sorloth que se marchó fuera por poco (55').
Canales firmó un lanzamiento de falta envenenado que rozó el palo (61'). La dinámica de partido se mantenía desde el inicio y Pellegrini decidía mover ficha dando entrada a Joaquín por Juanmi. El portuense entró pronto en varias ocasiones con la pelota y el Betis jugó más en campo contrario. Mientras los delanteros relistas, Sorloth e Isak, seguían siendo una amenaza para el Betis.
Willian José, para el cuarto de hora final, suplía a Borja Iglesias. Pitos para el brasileño en el Reale Arena, como también recibió de un sector Juanmi al ser suplido. Un disparo cruzado de Fekir fue la siguiente acción peligrosa bética, tal vez no la mejor opción en esa jugada (78'). Los vascos insistían con las subidas de Diego Rico desde el carril zurdo.
La enésima carrera de Sorloth inquietó de nuevo a la zaga heliopolitana. Era el momento definitivo. El campo se volcaba más hacia el ataque donostiarra y Bartra y Bravo se multiplicaban. Silva, en el epílogo, fue expulsado. Solvencia verdiblanca para amarrar un punto que el tiempo dirá su trascendencia de un Betis mostró una vez más su competitividad.