El delantero Borja Iglesias recibió el trofeo al mejor jugador de la final de la Copa del Rey que disputaron este sábado el Real Betis y el Valencia CF en el sevillano estadio La Cartuja, y en la que el conjunto verdiblanco se impuso en la tanda de penaltis tras acabar el partido con empate a uno y también la prórroga.
La decisión fue tomada gracias a los votos de José Francisco Molina, Luis Enrique, Albert Luque, Francis Hernández y Fernando Giner.
El delantero gallego fue el autor del gol que puso al Betis por delante en el marcador a los 11 minutos de juego y hasta que fue sustituido en la prórroga exhausto fue el mayor incordio de la defensa valencianista.
El 'Panda' siempre estuvo atento en la pelea con los centrales y nunca cejó en su derroche físico. Dejó el campo poco antes de acabar la primera parte de la prórroga y no tuvo la oportunidad de participar en la tanda de penaltis, una de sus especialidades.
Borja Iglesias destacó, tras el título logrado en la tanda de penaltis ante el Valencia, que "todos" en el club habían "soñado que este año podía ser y así ha sido".
El compostelano, que marcó el único tanto bético en el transcurso del encuentro, lamentó haber "tenido situaciones para hacer el segundo" sin haber "sido capaz" de marcarlo, pero se mostró "orgulloso por haberlo dado todo por el equipo".
El ariete gallego indicó que es un "momento muy bonito, tenía muchas ganas de vivir algo así", y afirmó que se ha "alegrado mucho por Joaquín, pero también hay que acordarse de los que no juegan, como Víctor (Camarasa), que lleva dos años con las lesiones sin poder jugar, y así mucha más gente".