Dicen que cuando el Betis te agarra, es imposible escapar. Un sentimiento de pertenencia que se traspasa de padres a hijos, de nietos abuelos. La mayor herencia que puede ofrecer un bético. Una pasión que se inculca desde muy pequeño, cuando los bebés ni siquiera han esbozado sus primeras palabras. Un claro ejemplo de ellos está en los rostros de Darío y Mikel Macías, dos peques de uno y tres años 'locos' con su Betis. Sin apenas saber hablar, los dos se saben (casi) a las mil maravillas el himno de su equipo. Y solo hay que ver el brillo de sus ojos cuando lo cantan para saber la pasión que le imprimen a ello. Un orgullo para su padre, José Luis, quien puede presumir de tener a dos béticos muy especiales. "El orgullo de me sale por los poros", decía. Unas imágenes espectaculares que, sin duda, te sacarán una sonrisa. ¿Quieres verlo? Puedes disfrutar de ellas en el vídeo que encabeza la noticia.
Muero! Estos niños son del Betis desde antes de nacer :) Le pediría una cosa a los padres, que las sillas vayan a contramarcha, y que la silla que lleva el bebé con esa barra, es súper peligrosa. Ante posible accidente, el bebé saldría disparado.
Vaya lo q anuncia mi hijo también lo canta y no voy anunciándolo. Y le entra una alegría cuando lo escucha 🤗