Un fallo de Rui Silva, el único suyo en todo el partido, arruinó el sueño de líder del Real Betis, en su visita al Real Madrid en la cuarta jornada de LaLiga Santander. El cuadro bético mostró cara de campeón y cuerpo de aspirante. Tuteó de principio a fin al campeón blanco, jugó de nuevo francamente bien al fútbol y le pudo haber dado la dentellada definitiva. a su rival No obstante, algunas carencias defensivas y un error de los que lo lastraron mucho la pasada campaña le hicieron bajarse del liderato casi sin merecerlo.
El arbitraje no ayudó mucho, porque la poca polémica que hubo siempre perjudicó al Betis. Y tampoco ayudó la lesión de Fekir, que dejó a Pellegrini sin su mejor futbolista demasiado pronto. Aun así, lo que realmente le faltó al conjunto verdiblanco es más solidez atrás, especialmente en la banda derecha, donde Sabaly mostró que no da para más ante futbolistas top como Vinícius. E instinto asesino para haber matado al Real Madrid cuando pudo hacerlo.
El miedo escénico no es para este Betis. No le teme a nada, como mucho al mercado de fichajes. Habiendo salido de éste muy vivo, más de lo que la economía hacía intuir, se presentó en el Bernabéu en plan líder. No por el hecho de serlo en la jornada 3, que eso importa un pimiento, sino por radicar ahí la esencia del trabajo de Pellegrini: mirar siempre arriba, lo más arriba posible, y ya que el fútbol te baje si puede.
En la previa decía el técnico chileno que una de las claves del partido radicaba en no perder esa esencia, estuviera enfrente el Real Madrid o el Colspe. Y lo puso en práctica en el césped. Su Betis se fue valiente a quitarle la pelota al campeón europeo y liguero. A tratar de importunarlo con una alta presión que le dio cierto rédito. Poco a poco el cuadro merengue fue sobreponiéndose con cambios de orientación y buscando la espalda de la defensa bética, pero es que tiene un equipazo, oiga.
De tú a tú, que es muchísimo, se fue desarrollando el partido, a pesar de que el mal (entre comillas) del Betis, la defensa, le daba algún quebradero de cabeza. Sabaly recordará esta visita al Bernabéu como la última que hizo al dentista. Unas tenazas negras como la piel de Vinícius le dieron el día. Luiz Felipe se estrenó como titular y ya sabe a qué velocidad se juega en España. Luego se entonó, y mucho, pero le falta aún para estar a su máximo nivel. El gol de Vinícius pareció difuminar el sueño de los béticos.
Pero resulta que este Betis es insobornable e irredento. Ni se dejó abrumar por el torrente madridista tras el gol. Ni sucumbió ante imponderables como el penalti no pitado de Carvajal a Fekir o la propia lesión del franco-tunecino justo después de esa jugada. Poco después de adelantarse los locales, Canales culminó un pillo saque da banda entre Álex Moreno y Borja Iglesias para batir a Courtois, que se la tragó entre las piernas. Como si no fuera Courtois.
Media hora más de tú a tú, antes del descanso, sin siquiera echar en falta al mago Fekir. Aquel Betis blando de hace unos años se hubiera rendido sin remisión. Éste se pone en jarra y mira a los ojos a quien sea, porque tiene a un puñado de muy buenos jugadores. Y, sobre todo, porque lo dirige un entrenador excepcional que los hace ser mucho mejores cada día. Como a Canales, quien volvió al once titular como un jerarca incorruptible; o como Borja Iglesias, que ya no sabe en qué idioma decirle a Luis Enrique lo suyo para la selección.
Tras la vuelta de vestuarios, del "tú a tú" se pasó a un "oye, tú: ¿qué, tú?, aquí estoy". Una batalla de ritmo frenético e ida y vuelta entre dos de los equipos que mejor fútbol hacen a día de hoy en LaLiga Santander. Podía haberse adelantado cualquiera, aunque lo hizo el Real Madrid. Básicamente, por las carencias que sigue teniendo este Real Betis, aún siendo un magnífico equipo. Tiene un problema en el lateral derecho, como bien se encargó de mostrarle Sabaly a Pellegrini. Y tiene dos buenos porteros que de vez en cuando cantan.
Mal día eligió Rui Silva para hacerlo. Mal colocado y muy muy blando al tiro de Rodrygo, esa acción lo puso demasiado difícil. No venció al conjunto verdiblanco, que siguió fiel a su estilo, compitiendo a gran nivel, jugando bien y teniendo oportunidades. También las tuvo el Real Madrid, al que con ventaja en el marcador es muy complicado tumbar. Por su calidad, por su físico y por una defensa muy sólida.
El ritmo de este Real Madrid rejuvenecido pero bajo la batuta de Modric acabó doblegando al Betis. No tiene aún cuerpo de campeón, aunque habrá que verlo en unos meses. La cara, la esencia, la actitud sí la sigue teniendo de campeón. Y ése es el mejor crédito para que el presente siga siendo ilusionante para los béticos, a pesar de la derrota.
Madre mía los sevillistas no tienen artículos de prensa donde opinar? Algo me dice que están nerviosos, no pasa nada amigos esto no es como empieza, es como acaba, aún podéis estar más abajo, jajajaja
ESO SOLO LO TIENE EL SEVILLA FC, aunque tengamos una racha mala, despues todo se vera........