Veni, vidi, vici

"Veni, vidi, vici", "Vine, vi y vencí". Con permiso de Julio César, esa fue la frase que pronunció el Betis en el Olímpico de Roma donde escribió otra página europea que los béticos recordarán con un triunfo que encarrila la clasificación del grupo. El Betis competitivo, el serio, el determinado que se impone por encima de las circunstancias, volvió a aparecer.

Porque este Betis vale un imperio. Los de Pellegrini son todo un orgullo para los béticos, de los que más de 4.000 vivieron en directo un partido, un día, en el que disfrutaron. Ni el Olímpico de Roma, ni Mourinho, ni el campeón de la Conference League. Nada acobardó a los heliopolitanos que se desenvolvieron con su habitual empaque.

Y eso que el Betis comenzó perdiendo con el gol de penalti anotado por Dybala. No importa. Tampoco que perdiera poco antes a Fekir por lesión, una de las piedras fundamentales en las que se cimienta este Betis. Un gol en cada parte, más bien dos golazos, y asunto resuelto. El primero con un cañonazo de empeine de Guido Rodríguez, el segundo con cabezazo de 'nueve' de Luiz Henrique.

Claro que por medio hubo mucha tela, mucho fútbol. La centuria bética, dirigida desde el banquillo por Pellegrini, tuvo su continuidad en el campo en Canales. Futbolista tremendo. De sus botas se fue cosiendo el fútbol para que todos participaran, todos aportaran en este equipo con sello de autor, con nombres propios y con colectividad. Sólido igualmente atrás con el liderazgo de Luiz Felipe.

El Betis impuso su ley, como la impone en el grupo en el que cuenta sus partidos europeos por victorias. Nadie discute ya la solidez de un equipo que fue mejor en la primera parte que en la segunda. Pero que no importa, porque por encima de fases del juego y momentos, compite y gana. Veni, vidi, vici. En el Villamarín, en Roma o donde haga falta.

Solo Luiz Felipe, que apenas jugó 20 minutos en Vigo, y Sergio Canales repitieron en el once por el que apostó Manuel Pellegrini en Roma. El Ingeniero, fiel a su hoja de ruta, siguió con su política de rotaciones con nueve novedades. Cambios desde la portería, con la presencia de Claudio Bravo, hasta la primera titularidad para Nabil Fekir después de su lesión.

La Roma demostró su verticalidad en las primeras acciones. Sin embargo, la primera ocasión del partido fue para Canales con un disparo desde la frontal que atajó Rui Patricio (7'). El Betis, desde el control del juego y la pelota, fue llevando el partido a su terreno. También la segunda oportunidad fue bética. Una preciosa pared entre Fekir y Guido Rodríguez acabó el zurdazo del francés al palo (12').

Poco después probaba fortuna de lejos Guardado (13'). Los de Pellegrini se desenvolvían con empaque y la Roma apenas inquietó con un remate desviado de Zaniolo (22'). Una inoportuna lesión de Fekir, en la misma zona que la que sufría hace un mes, provocó que Luiz Henrique tuviera que entrar al campo por él. Canales asumía más galones aún y lo demostraba con un chut ajustado de lejos (27').

El cántabro gobernaba el duelo con un Betis superior. Claro que el fútbol son detalles y una mano de Aitor Ruibal en un córner, revisada en el VAR, dio la oportunidad a Dybala de adelantar a la Roma de penalti (33'). El conjunto bético encajó el golpe, se sacudió y volvió a lo suyo. Primero avisó Luiz Henrique (36') y luego dio Guido Rodríguez (39').

El argentino ya se había asomado al balcón del área alguna vez. Esta vez fue letal con un perfecto golpeo de empeine que significaba el empate. Un par de acercamientos de la Roma cerraron el primer acto. Primero Zaniolo remató al larguero (44'). Probablemente de haber marcado no hubiera subido al marcador por fuera de juego. Luego Dybala, con una volea, provocó el paradón de Bravo (45').

Segunda parte

El Betis siguió firme y seguro con el balón tras el descanso. Claro que la Roma gozó de la primera gran ocasión con un disparo de Cristante a bocajarro en el área pequeña, al que respondió Bravo (50'). Paradón. Era un pulso entre una Roma que buscaba esperar y ser vertical en la salida, y un conjunto bético que se movía al son de Canales y las asociaciones.

Rodri entraba por Joaquín en el primer cambio. Aitor Ruibal con la izquierda disparaba alto (62'). El partido vivía fases con más o menos velocidad y con un Betis que había bajado algo su ritmo y control. Una contra bética la finalizó con un disparo alto Rodri (69'). Pellegrini completaba las ventanas con un triple cambio. Álex Moreno, William Carvalho y Borja Iglesias suplían a Miranda, Guardado y Willian José.

El pulso era más igualado en la segunda parte, con menos dominio del Betis. Zaniolo, en una contra, probó a Bravo que respondió seguro (81'). El empate no era mal resultado para los de Pellegrini para el grupo llegado el tramo final del duelo. Bravo volvía a aparecer para resolver un peligroso centro lateral. Los verdiblancos no habían dicho la última palabra.

Tanto como que un centro de Rodri, tras una gran acción por la izquierda, conectó con la cabeza de Luiz Henrique que, con habilidad, cruzó para marcar (89'). Tanto con giro de cuello de delantero centro. La expulsión de Zaniolo fue el epílogo de una noche mágica para el Betis que se llevaba los tres puntos del Olímpico de Roma, entre los olés de los suyos en los minutos finales.