Un buen propósito para 2023 en el Betis: reducir las expulsiones

El Real Betis ha acabado el año 2022 y las primeras 15 jornadas de LaLiga con un empate, 0-0, ante el Athletic Club. Instalado en Europa y mirando cara a cara a los candidatos al cuarto puesto que da acceso a la UEFA Champions League, pero con un problema a corregir.

El equipo de Manuel Pellegrini es el que cuenta con más expulsiones en LaLiga Santander, con un total de ocho en lo que va de primera vuelta, lo que supone un récord histórtico tal y como señala en las redes sociales el especialista en datos @LaLigaenDirecto.

Ante los vascos, volvió a ser expulsado otro jugador verdiblanco, el defensa brasileño, Luiz Felipe, en el minuto 96 del partido por una dura entrada en el centro del campo sobre Muniain, en la que supone su segunda tarjeta roja de la temporada.

Con esta expulsión, el conjunto verdiblanco acumula un total de 214 minutos jugando en inferioridad, si bien, exceptuando el partido ante el Valencia, previo al parón, en el que encajó tres goles en inferioridad, en el resto de choques sí ha sumado pese a perder efectivos: un punto ante el Sevilla, Valladolid y Celta y tres contra Osasuna. Frente al Athletic también se llevó un punto, aunque la expulsión llegó en el tramo final y apenas afectó al desarrollo del encuentro.

Los puntos logrados pese a la inferioridad numérica dejan claro el buen rendimiento del equipo, que demuestra solidez, competitividad y madurez en momentos complicados, aunque es un problema a corregir de cara a los importantes retos que quedan por delante en enero y en los cinco meses que restan de competición.

Los jugadores expulsados del Betis

En el capítulo individual, el Betis vio su primera roja en el partido ante Osasuna, en el Villamarín, recibiéndola Germán Pezzella. Luego, Luiz Felipe en Vigo, que suma con la sufrida ante el Athletic su segunda roja. Pezzella de nuevo fue expulsado en Valladolid (0-0) y después llegaron la doble amarilla a Canales en Cádiz; las dos rojas directas de Fekir y Borja Iglesias en el derbi; y la enseñada a Edgar en Mestalla en el último partido antes del parón por el Mundial.