Las lágrimas de Loren Morón tras el lujo que se marcó con el tacón para anotar el segundo gol del Real Betis ante el Barcelona en la semifinal de la Supercopa de España son las de un jugador que se reivindicó desde su ostracismo y que se rompió por hacerlo de esa manera y en el escenario del estadio 'Rey Fahd'.
Loren lo estaba pasando mal porque no contaba para el técnico del Betis, el chileno Manuel Pellegrini, aunque seguía entrenando sin una mala cara ni un mal gesto pese a que no juega en partido oficial desde el pasado 15 de agosto en la primera jornada de Liga ante el Elche, cuando salió en el minuto 78 para suplir a Borja Iglesias.
Con minutos en los amistosos ante el Inter de Milán en diciembre y River Plate en la gira americana de noviembre, el delantero marbellí llegó a la Supercopa sin aparentes opciones de jugarla, aunque el despliegue del 'mago' Nabil Fekir propició que saliera al césped del 'Rey Fahd' en el minuto 91, con toda la prórroga por delante para decir aquí estoy yo.
Veinte minutos después, cuando Ansi Fati había puesto el 1-2 en el marcador a favor del Barcelona, el punta marbellí, de espaldas a la portería de Ter Stegen, tiró de chistera para reivindicarse con un taconazo que puso la rúbrica a una jugada del brasileño Luiz Henrique, lo que certificó al anotar el segundo penalti de la tanda que finalmente puso a los barcelonistas en la final.
La piña que sus compañeros hicieron con el delantero y sus lágrimas fueron la explosión colectiva de un grupo sabedor de los sinsabores de Loren y la individual de un futbolista que sabe lo que es estar arriba y abajo, que ha estado en rampas de salida lujosas y que ahora está en otra con menos oropel.
Por ello, Loren Morón expresó su satisfacción y su orgullo porque "como bético, volver a meter un gol con esta camiseta es lo más grande" y confesó que no había podido contenerse "por el sufrimiento" de su familia y el suyo: "todos me lo han demostrado, los que han venido aquí y mis compañeros", afirmó.
Expresó su satisfacción por su gol "por el equipo y en lo personal", ya que "no contaba para el míster esta temporada y hoy se han alineado los astros para salir" y por que su "gol valió para el empate", aunque dijo estar "triste por no pasar a la final".
A sus 29 años recién cumplidos el 30 de diciembre, Loren Morón tiene contrato con el Betis hasta el 30 de junio de 2024, aunque su escasa participación en los planes de Pellegrini hace que su nombre esté entre las posibles salidas en el mercado de invierno mediante un traspaso o una cesión como la de la pasada temporada en el Espanyol.
En Barcelona no logró remontar el vuelo con tres goles en veinticinco partidos de Liga y, a su vuelta al Betis, no ha contado para Pellegrini, quien no lo incluyó en la lista para la Liga Europa y que le ha dado minutos como los que ayer le sirvieron para reivindicarse en el Rey Fahd en una noche de alineación de los astros.
Loren Morón llegó al Betis en enero de 2015 procedente del Vélez malagueño para jugar en el filial verdiblanco, en el que en 2018 marcó 17 goles en 23 partidos y llamó con ello a las puertas del primer equipo, en el que debutó con dos tantos en febrero de ese año ante el Villarreal en el Benito Villamarín.
La trayectoria de Loren se jalona, además del gol logrado en la Supercopa de España, con 25 anotados en los 180 partidos que lleva sumados en Primera División y siete en los diecisiete que ha jugado en Copa del Rey junto a los ocho de Liga Europa en los que no logró anotar.