El motivo por el que Luis Rioja no cumplió su sueño de jugar en el Betis: "Era muy enano"

Como dicen en el Benito Villamarín, béticos hay por todo el universo, y también en todas las profesiones, como el caso de los futbolistas. Incluso los que no juegan en el Real Betis, como es el caso de Luis Rioja, quien ha confesado ya en numerosas ocasiones que es bético de cuna, e incluso ha tenido alguna polémica en el Deportivo Alavés, su actual club, por su amor a los colores verdiblancos.

Rioja ha dicho en numerosas ocasiones que su sueño es jugar con la camiseta verdiblanca, algo que no consiguió cuando era una joven promesa, ya que dio el salto desde el Cabecense al Real Madrid, directamente. Ahora, el jugador babazorro, confiesa el motivo por el que dijeron que no. "Alguna vez me llamó el Betis, pero nunca decidieron contar conmigo. Me dijeron la típica excusa de que no tenía altura. Era muy enano, siempre el más bajo del equipo. Pero nunca tuve una posibilidad real de ir a entrenar con ellos", ha explicado en una entrevista concedida a Mundo Deportivo.

"Soy totalmente bético. Tengo claro que defiendo al Alavés, lo demuestro en el campo cuando me pongo las botas y la camiseta, pero yo nací siendo bético y me moriré siendo bético", añade el jugador en la citada entrevista.

Con quien sí ha coincidido el cabecense en un equipo es con Borja Iglesias. El delantero del Betis recibía los servicios de Luis Rioja en el Celta B. "Prácticamente nunca jugué en el Celta en la izquierda. Jugaba de banda cambiada. Nos asociábamos bastante bien. Jugar con él era muy fácil. Iba muy sobrado en Segunda B. El equipo luchaba por no descender cuando no estuve y él metía 20 goles. Los últimos seis meses que yo estuve hizo 25 o 30. Para alguien como yo es muy fácil. Centras y está ahí, pivota y te da una solución. Tener jugadores así es muy fácil", recuerda.

Además, Luis Rioja confiesa que no fue sencillo pasar del Cabecense al Real Madrid. "Me veía con posibilidades, pero es verdad que no estaba al nivel. Perdí un poco mi esencia y luego me costó mucho adaptarme. Yo venía de trabajar y jugar, de un equipo humilde de pueblo, a un club que de golpe lo tienes todo. No tuve una transición de una cantera profesional o semiprofesional. Venía de no tener nada, de trabajar, a una cantera que era de las mejores del mundo. Y es un impacto. Debido a eso no tuve mi esencia dentro del campo", explica.