Un Betis con aroma europeo

El Betis ya atisba Europa en el horizonte. Una zancada "no decisiva pero sí importante", parafraseando a Manuel Pellegrini, que el conjunto verdiblanco ha ejecutado en el momento decisivo del curso. Los puntos son tesoros y, tras la reacción en Bilbao, los heliopolitanos han mostrado con hechos que quieren repetir por tercera vez consecutiva clasificación europea y doblegaron a un más que interesante Rayo Vallecano.

Siete puntos de ventaja para amarrar la plaza de Europa League, ocho de la frontera de competiciones continentales con doce por disputarse... una ventaja sólida sin perder de vista la quinta posición, a dos, con el aliciente añadido de lo que pueda deparar la UEFA y el Barcelona. Ese será otro partido. El que de momento ganó el Betis, sobre el verde contra el Rayo, es oro molido.

Ganar un partido siendo rotundo los noventa minutos es poco usual en el fútbol. El Betis no fue menos y, dentro de demostrar que la época de las dudas quedan aparcadas, tuvo sus fases. La de dominar y buscar la portería con rapidez y verticalidad, también fases de mayor sufrimiento ante las maneras de un Rayo igualmente jugón.

A vueltas otra vez con Pellegrini y sus frases, en más de una ocasión repite el Ingeniero aquello de los rendimientos individuales como claves. Ese ejemplo sirve para el partido que firmaron Sabaly, más en ataque que en defensa, Ayoze, quien se ha convertido ya en uno de los pilares de este Betis, o el sostén de Guido Rodríguez, que se multiplicó y encadena varias actuaciones notables en el regreso de su mejor versión.

La noche tuvo emoción con el trallazo inicial de Sabaly con su pierna izquierda, la menos buena pero que se transformó en una catapulta. La mejoró Ayoze con un segundo gol de pillo y clase, asistido por Willian José con una peinada. Otro jugador que sumó y ofreció una versión mejorada. También hubo momento para las dudas, porque el Rayo estrelló tres balones en los palos -dos de Isi y uno de Trejo- y con el gol de Santi Comesaña encogió los corazones de los béticos unos minutos.

Entonces el Betis emergió. Con la fuerza de una afición que empujó, con los cambios de Pellegrini, como el de Rodri, y la presencia de Joaquín y con un tercer gol de Borja Iglesias que hizo estallar el Benito Villamarín. Europa cada vez está más cerca. El objetivo de una tercera clasificación europea lo roza con los dedos. Queda el remate final.