Una situación conocida en el Real Betis. El conjunto verdiblanco, tras el sorteo celebrado por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), ya sabe que su primer rival en la Primera División 2023/24 será el Villarreal, un rival con el que ya inició su camino no hace demasiado, en la temporada 15/16.
Aquella vez el Real Betis lo hizo como local -esta vez será como visitante en La Cerámica- y con un equipo muy diferente al actual. El conjunto verdiblanco volvía de LaLiga SmartBank y miraba con ilusión al nuevo año.
Con futbolistas como Adán, Pezzella, Vargas, N'Diaye, Petros, Dani Ceballos, Joaquín o Rubén Castro, en las gradas del Benito Villamarín sabían que, de una manera u otra, podía ser un buen año.
La primera cita, ante los amarillos, se cerró con un 1-1, con goles de Roberto Soldado (32') y, como no podía ser de otra manera, Rubén Castro. Después llegó una dura derrota ante el Real Madrid (5-0) y se tuvo que esperar hasta la J3 para sumar el primer triunfo, ante la Real Sociedad (1-0).
La temporada verdiblanca estuvo condicionada por una pésima racha vivda entre principios de diciembre (empate 1-1 ante el Celta) hasta finales de enero (Real Sociedad 2-1 Betis). En dicho periodo, los verdiblancos cayeron en Copa del Rey ante el Sevilla y acumularon, entre Liga y Copa, 12 partidos sin ganar.
El curso 15/16, el último que se inició ante el Villarreal, acabó con victoria ante el Getafe (2-1), y una décima posición con 45 puntos, quedándose a 15 puntos del Celta, el sexto clasificado, y a siete del Rayo, el primer equipo que descendió.
Una temporada irregular que, por equipo, por situación y por status del club, debería parecerse poco (o nada) a la que arrancará en el próximo mes de agosto.