Los resultados de las pretemporadas sirven de bien poco. El verdadero objetivo del verano es asimilar conceptos, recuperar el ritmo competitivo, corregir errores, una y otra vez, y realizar probaturas que puedan brindar alternativas de cara al curso venidero. Y este miércoles, en la derrota del Real Betis frente al Mónaco, Manuel Pellegrini probó con un esquema prácticamente inédito en los más de tres años que lleva en Heliópolis.
Con el resultado en contra, y casi condicionado por los efectivos que tenía en el banquillo, el entrenador chileno probó con un 4-4-2. Aunque ese sistema se modificaba por momentos, con Yassin Fekir acostumbrando a jugar por dentro, Pellegrini tiró a Ayoze a un costado, probando con Raúl García y Willian José como referencias ofensivas.
Una prueba casi inédita en el Real Betis, pues pese a disponer de Borja Iglesias, Loren y Willian José el último año es difícil recordar verlo jugar con este esquema, más allá de algún momento puntual. Eso le dio al equipo más presencia en campo contrario, con el brasileño arrastrando a rivales y Raúl García de Haro sorprendiendo con ataques al espacio. Así llegó precisamente la más clara del partido, con un mano a mano que el catalán no supo materializar por poco. No fallaría unos minutos después, en las postrimerías de partido, cuando el canterano marcó el gol del honor con un buen cabezazo. Ojalá sea el primero de muchos.
Sea como fuere, y aunque le faltó algo más efectividad -más allá del gol de Raúl-, el recurso dejó un elemento a tener muy en cuenta de cara a lo que se avecina, suponiendo un argumento más que Pellegrini podría utilizar cuando requiera, si es que finalmente Willian José, Borja Iglesias y Raúl permanecen en Heliópolis.