El futuro futbolístico de Claudio Bravo aún no está del todo claro. El guardameta, cuyo contrato expira en 2024, ha reiterado en no pocas ocasiones que seguirá en activo mientras se sienta válido bajo palos. Se siente con fuerzas de seguir siendo importante en la élite, aunque bien es cierto que gradualmente ha ido rebajando ese discurso. "Tal como empecé, en silencio, terminaré mi carrera", declaraba hace unos meses, lo que causó muchos rumores en su país acerca de una posible retirada, aunque la semana pasada sostenía lo contrario. "¿Por qué no un año más? O si tiene que ser hasta junio, hasta junio", exclamaba. Sea como fuere, lo que sí parece seguro es que su futuro seguirá de la mano de Manuel Pellegrini. Ya sea vestido de corto o integrado en el cuerpo técnico.
Este periódico ya avanzó durante el mes de junio, poco antes de su renovación, que Manuel Pellegrini le habría mostrado su deseo de que se integrase en el cuerpo técnico una vez decida retirarse. Una tesitura recibida de buen agrado por el guardameta, aunque era algo que lo veía muy lejano.
No obstante, esas conversaciones se han mantenido en el tiempo y, según ha podido saber ElDesmarque, el propio entrenador sigue insistiendo en que esa posibilidad, la de entrar con él en el cuerpo técnico, sea casi a efectos inmediatos. Es decir, a final de temporada. Algo que iría ligado, como es lógico, con que colgase los guantes.
Esto también va en consonancia con la política del club, que quiere una renovación total de la portería para el próximo curso. Claudio Bravo terminará la temporada con 41 años y Rui Silva, con ofertas y sin la plena confianza de Pellegrini, puede valorar ofertas, de ahí que el grupo de scout del club ya trabaje en varios escenarios posibles para materializar esa permuta.