Aitor Ruibal ha comenzado con su recuperación en el gimnasio de la ciudad deportiva Luis del Sol. El futbolista catalán, que sufrió un esguince de tobillo en el partido frente al Athletic Club en el Benito Villamarín ha vuelto a ejercitarse apenas diez días después de producirse su lesión.
Y lo ha hecho, curiosamente, descalzo. Aunque todo tiene una razón de ser. Según fuentes consultadas por ElDesmarque entrenar sin calzado proporciona una pisada más real, más estabilidad, más percepción del espacio para el pie y una mayor corrección en la postura biomecánica. Además, ayuda a prevenir otras lesiones. Entrenar descalzo mejora la base postural y evita posibles malos apoyos que son más probables con zapatillas deportivas donde la pisada es menos real por la amortiguación de las mismas. Todo ello está detrás de la 'curiosa' imagen del lateral derecho bético, fuerte donde los haya para recuperarse de los problemas físicos que le suceden.
Aitor Ruibal ya demostró su capacidad de regenerar no hace mucho. Fue con la lesión de rodilla que se produjo en el partido frente al Granada en Heliópolis. Lo que parecía algo serio (el jugador salió en muletas de las pruebas médicas posteriores) se quedó en apenas dos partidos, Barcelona en casa y Mallorca lejos del Villamarín, sin poder entrar en las convocatorias de Pellegrini. El futbolista regresaba para el partido frente al Getafe el 4 de febrero y el partido frente al equipo granadino fue el 13 de enero.
Ver al canterano comenzar a recuperarse es una de las noticias positivas de la mañana. Más aún teniendo en cuenta el problema de nivel que hay en los laterales del Betis en la actualidad. Con el regreso de Sabaly parece haberse solucionado algo pero tanto Bellerín como Miranda no están pasando por su mejor momento, ni mucho menos. Y es que, además, Aitor Ruibal estaba en un pico de rendimiento importante, siendo de los más destacados en el propio partido frente al Athletic, donde se lesionó.