Este miércoles se cumplen 30 años de una fecha que los aficionados del Real Betis no olvidan. Burgos, 8 de mayo de 1994. Un día muy especial que supuso una liberación por el ascenso a Primera tras tres temporadas, con un final de curso espectacular y con el nombre de Lorenzo Serra Ferrer como gran artífice de lo que meses atrás parecía poco menos que imposible.
El Betis encadenaba su tercera temporada en Segunda y las perspectivas en febrero no eran muy halagüeñas. El curso lo había empezado Sergio Kresic, avalado por su año anterior en el Marbella. Sin embargo el croata fue cesado a falta de doce partidos ligueros, cuando el equipo bético era octavo a 6 puntos de los puestos del ascenso directo, que entonces marcaba el Compostela. Hay que recordar que en aquellos campeonatos las victorias daban 2 puntos, no 3 como ahora. Es decir quedaban 24 en juego y sólo ascendían los dos primeros y los dos siguientes jugaban promoción.
El nombre de Serra Ferrer ya flotaba en el ambiente semanas antes de que Manuel Ruiz Lopera decidiera cambiar de entrenador. El balear, que luego escribiría páginas gloriosas en la historia del Betis, llegaba avalado por su trabajo en el Mallorca, con una final de la Copa del Rey y con 41 años. Sus números en el equipo bético fueron tremendos en ese fulgurante final de campeonato.
Serra Ferrer debutó en el banquillo heliopolitano contra el Athletic B con victoria en el Benito Villamarín (2-1). Diez victorias y dos empates en sus compromisos ligueros, o lo que es lo mismo 22 de 24 puntos posibles. Entre medias la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey, en las que los verdiblancos cayeron derrotados tras la prórroga ante un Primera como el Zaragoza.
Claro que lo relevante en el Betis era lograr el ascenso y lo consiguió con una jornada de antelación. Fue el señalado 8 de mayo de 1994 en el estadio del Plantío de Burgos. Los verdiblancos se impusieron con goles de Luis Márquez y el Toro Aquino. Un resultado que desató la locura entre los aficionados béticos y con la celebración posterior.
Aquella tarde de Burgos, el Betis de Serra Ferrer formó con el siguiente once en el Plantío: Diezma; Merino, Ureña, Olías, Julio Soler; Márquez, Alexis, Roberto Ríos, Cañas; Cuéllar y Aquino. El cambio bético fue la entrada de Rafael Gordillo, quien vivía en el club bético la segunda etapa después de regresar del Real Madrid.
La vuelta a Sevilla de la expedición fue recordada con numerosos aficionados también que habían viajado hasta Burgos. Recibimientos en el AVE, en la capital hispalense, en el Benito Villamarín. "Estábamos en la UVI. Nadie daba un duro por nosotros. Yo os entrego a ustedes un Betis libre, limpio, en Primera. De ustedes. Viva el Betis", pronunció Manuel Ruiz de Lopera en uno de los discursos que quedaron grabados.
Al Betis le sobró la última jornada, en la que también ganó el Espanyol de José Antonio Camacho, que igualmente ascendió como líder después de una campaña muy completa. Serra Ferrer, en el club bético, firmaba su primera gran página en una gesta que, tras la derrota en Toledo y la destitución de Kresic, era impensable.
Qué Dios bendiga siempre a Don Manuel y a Don Lorenzo. No entiendo un Betis sin Serrano y maldigo a los que lanzaron la campaña de difamación contra él. Loperas con corbatas de Armani! No, son ricos rústicos. No sabrán qué son.
Recuerdo la polemica en la llegada de Serra. Comunicado de los jugadores contra la destitución de Kresiç, Serra llegando como director deportivo y ya luego como entrenador.... Y todos gritándole en el campo. Incluído yo. Y a base de trabajo y buenos resultados nos ascendió. Qué tiempos....